Nicolás Maduro desoye una vez más las protestas de la oposición y sigue adelante con su plan para convocar una Asamblea Constituyente que le permita reformar la Constitución de Venezuela a su medida.
El propio presidente venezolano se ha personado en la sede del Consejo Nacional Electoral para presentar el decreto que contiene su iniciativa. La presidenta de este organismo, Tisibany Lucena ha leído los artículos de la Carta Magna actual que permiten a Maduro activar este mecanismo para convocar una constituyente, una posibilidad que la oposición ha calificado como un gran fraude.
El presidente Maduro ha defendido que este mecanismo representa su "voluntad constitucional de paz" y supone "uno de los mecanismos más importantes, quizá el más importante que tenga nuestro país para convocar a un gran diálogo constituyente de paz".
Con el paso de una Asamblea Constituyente, Maduro pretende poner fin a la Constitución de 1999, principal proyecto de su mentor Hugo Chávez.
Un "fraude madurista"
El jefe del Parlamento venezolano, el opositor Julio Borges, ha asegurado que la conformación de una Asamblea Constituyente representa el "aniquilamiento" de la democracia e insistió en pedir una rebelión popular para evitarlo. Por su parte, Capriles mantuvo el llamamiento a la calle en contra de lo que cataloga como "fraude madurista".
Al mismo tiempo, las calles del país siguen siendo escenarios de manifestaciones de partidarios del Gobierno y la oposición. Mientras los seguidores del Gobierno se concentran este miércoles en la plaza Diego Ibarra, los opositores han arrancado su marcha la autopista Francisco Fajardo, principal arteria de Caracas.
Según el balance oficial de las autoridades, la ola de protestas de este mes de abril ha causado e la muerte de 29 personas, cerca de 500 heridos y más de mil detenidos.