La legitimidad de la Asamblea Nacional Constituyente impuesta por Nicolás Maduro para aferrarse al poder es cuestionada incluso desde el propio chavismo. Luis Emilio Rondón, uno de los cinco rectores del Consejo Nacional Electoral (CNE), ha asegurado que no puede "avalar la veracidad la consistencia o la veracidad" de los resultados de las elecciones del pasado 30 de julio.
Rondón, que forma parte de la cúpula del organismo que controla los procesos electorales en Venezuela, ha señalado en una serie de tuits desde su cuenta personal que se se vulneraron "las garantías del proceso y por ende la credibilidad en el resultado del 30J".
A su juicio, la "no utilización de tinta indeleble y la decisión de última hora" de permitir que los electores votaran en otros centros distintos a los asignados por el censo ponen en duda la limpieza de estos comicios: "No puedo tener confianza en cifra alguna que haya surgido de un proceso que no contó con todos los controles que a lo largo de estos años se han indo incluyendo para generar confianza".
Los datos de participación en la cita electoral también tienen sombras. Mientras el Ejecutivo de Nicolás Maduro situó en un 42% el porcentaje de concurrencia de los electores (más de ocho millones de votantes), la oposición ha tildado ese dato de "invento" y lo rebaja hasta el 12% (poco más de dos millones).
Documentos internos del CNE a los que ha tenido acceso la agencia Reuters revelan que sólo 3,7 millones de personas habían ejercido su derecho a voto a las 17.30 horas del domingo, sólo unas horas antes que cerraran los colegios electorales. Este dato, revelado este miércoles, despierta las dudas de expertos y observadores electorales.
"Aunque es posible que hubiera un empujón de participación al final del día, duplicar el voto en una hora y media sería algo sin precedentes", señala Jennifer McCoy, especialista en procesos electorales del Carter Center.