El oficialismo alcanzó este jueves en la Cámara de Diputados los votos necesarios para evitar que el presidente de Brasil, Michel Temer, responda a un juicio político por supuesta corrupción, tal como ha solicitado la Fiscalía.
Cuando llegó a los 159 votos, sumados a una abstención y doce ausencias, la base oficialista impidió que la oposición alcanzara en el pleno de la Cámara baja los 342 votos necesarios para autorizar a la Corte Suprema a darle curso al proceso contra el mandatario.
Para ese momento, la oposición, que en pleno se ha volcado por aceptar la denuncia, sumaba 138 votos y ya no tenía posibilidades de alcanzar la mayoría cualificada de dos tercios que habrían sentado a Temer en el banquillo de los acusados.
El resultado era parcial, porque aún debía votar poco menos de la mitad de los diputados, pero garantizaba que la denuncia por corrupción que la Fiscalía formuló contra Temer sobre la base de unos testimonios de directivos del grupo JBS sea archivada y sólo pueda ser retomada cuando entregue el poder, el 1 de enero de 2019.
Temer asumió la Presidencia de Brasil en mayo de 2016 de forma interina, y luego fue confirmado en el cargo el 31 de agosto de ese mismo año, tras la destitución por irregulares manejos de los presupuestos de la entonces presidenta, Dilma Rousseff, de quien era vicepresidente.
Si la denuncia hubiese sido admitida a trámite, el mandatario habría sido suspendido de sus funciones durante los 180 días que duraría el proceso y, como Rousseff, destituido si se le hallaba culpable.
La acusación contra el presidente se apoya en testimonios dados a la Justicia por directivos del grupo JBS, que han dicho que sobornan a Temer a cambio de "favores políticos" desde 2010 y que esas prácticas continuaron cuando asumió el poder.
Por esos mismos testimonios, la Fiscalía aún analiza si presenta nuevos cargos contra Temer, a quien todavía investiga por supuestas obstrucción a la justicia y asociación ilícita.
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