Aunque la intensidad del huracán Irma bajó a categoría 4 el pasado jueves se sigue considerando extremadamente peligroso. El femómeno natural ha dejado al menos 20 muertos y miles de evacuados en Estados Unidos.
La situación de los lugares afectados por Irma es crítica. Tras pasar por varias islas del Caribe dejando numerosos destrozos y varias víctimas, el huracán ha seguido su camino hacia las costas de Estados Unidos. El Estado de Florida en concreto ha evacuado varias zonas en el condado de Miami-Dade, incluyendo la ciudad de Miami (2.700.000 habitantes) que había ordenado el miércoles por la tarde la evacuación de las áreas urbanas costeras (alrededor de 100.000 personas) y el jueves por la noche amplió la orden a zonas interiores aumentando a 650.000 el número de individuos que deben huir de sus casas. Además se declaró el estado de emergencia en 67 condados.
"Todos los habitantes de Florida deberían estar preparados para evacuar pronto", han advertido las autoridades.
Este Estado sufre problemas de abastecimiento de gasolina, hay embotellamientos de personas que salen de las zonas con mayor riesgo y el gobernador ha desplegado a 7.000 miembros de la Guardia Nacional.
Rick Scott dijo en rueda de prensa que su Administración está buscando soluciones para que las gasolineras no se queden sin combustible, ante la afluencia de usuarios que buscan abastecerse por la llegada del huracán Irma.
"Sabemos que el combustible es muy importante, por lo que estamos enfocando nuestros recursos estatales en esto", dijo Scott ante representantes de los medios de comunicación en Hialeah, ciudad aledaña a Miami.