Un estudiante estadounidense de 21 años ha muerto a consecuencia de un disparo que le propinó la policía. Scout Schultz, un joven activista LGTB de la Universidad de Georgia (EEUU), iba armado con un cuchillo y no obedecía las órdenes policiales que se le daban, según los agentes, por lo que estos actuaron con el fin de reducirle.
La intervención policial fue grabada en todo momento. Los hechos ocurrieron este sábado por la noche, cuando el servicio de emergencias 911 recibió una llamada en la que se alertaba de la presencia de una persona armada en la zona residencial del centro universitario. En las imágenes se aprecia a un joven con vaqueros y camiseta blanca caminando despacio. Según la versión policial, los agentes le pidieron en varias ocasiones que tirara el arma -un cuchillo-, y tras desoír sus peticiones, dispararon contra el joven.
Ahora una comisión independiente investiga si fue necesario dispararle y si la intervención policial fue desmedida. La policía de Georgia ha explicado que sus agentes no cuentan con armas de aturdimiento y que actuaron con los medios disponibles.
"Un buen estudiante"
Tras su no cooperación con los agentes, uno de ellos decidió dispararle para neutralizarlo. Schultz fue entonces trasladado al hospital Memorial Grady, donde horas después se certificó su muerte.
La madre de Scout, Lynne Schultz, critica el uso de la fuerza letal en este caso. Se pregunta por qué no usaron otra medida para paralizar a su hijo. Ha explicado que Scout, que no se identificaba con ningún género y era "un buen estudiante", sufría problemas mentales, depresión y que se había intentado suicidar en dos ocasiones, según ha desvelado en el medio Atlanta Journal-Constitution.
Por su parte, el centro donde el joven fallecido cursaba Ingeniería Informática ha emitido un comunicado lamentando la tragedia. "Nuestros corazones y pensamientos están con la familia de Scout, sus amigos y colegas".
Este suceso se da un un país donde los episodios de brutalidad policial con integrantes de minorías son algo común. La semana pasada se registraron disturbios en St. Louis, después de que un juez eximiera de su responsabilidad penal a un policía blanco del asesinato en 2011 de un sospechoso de raza afroamericana.