El año pasado, tras la victoria en las elecciones regionales, Maduro ya había barajado adelantar las elecciones presidenciales. Ahora, la Asamblea Constituyente lo ha hecho efectivo, al anunciar que los próximos comicios presidenciales se celebrarán antes del próximo 30 de abril. El día exacto lo elegirá el chavismo.
Las elecciones, que deberían haber tenido lugar a finales de este año, se convocan en el peor momento para la oposición, que se encuentra dividida, sin un candidato y con sus dos principales representantes -Henrique Capriles y Leopoldo López- sin poder presentarse: el primero está inhabilitado y el segundo bajo arresto domiciliario.
El propio Capriles fue uno de los primeros opositores en pronunciarse en Twitter sobre la convocatoria de elecciones, pidiendo precisamente "unidad" a la oposición para derrotar a Maduro. "Hoy, mañana y pasado, la única gran verdad es que a este Gobierno y a su cúpula lo aborrece la inmensa mayoría de los venezolanos. Si se libera el derecho que tiene nuestro pueblo a decidir, se van. UNIDAD más que nunca! UNIDAD para recuperar la democracia!", ha tuiteado.
Al anunciar la convocatoria, el diputado Diosdado Cabello, número dos del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), dejó claro que el candidato será Maduro, y que "no va a haber problemas con la candidatura oficialista, una vez que hay un único candidato", una clara referencia a la dispersión de candidatos opositores. El chavismo acudirá a la cita de nuevo con Nicolás Maduro como abanderado, mientras que la oposición se encuentra dividida por los diferentes criterios que han surgido en estos últimos meses sobre el camino a seguir para hacer frente al Gobierno.
"Lo dijo el comandante Chávez: si algo me ocurre, elijan a Nicolás Maduro como presidente. Nosotros no vamos a tener problema, nosotros tenemos un solo candidato para continuar con la revolución bolivariana, con un proyecto de patria", sentenció Cabello.
La justificación oficial para el adelanto de elecciones es el hecho de que la Unión Europea haya incluido el lunes a Venezuela en la lista de sancionados. "Si el mundo quiere aplicar sanciones, nosotros aplicaremos elecciones", ha asegurado, al defender el derecho de los venezolanos a "elegir su destino".
Otro de los motivos que alega el chavismo es la no asistencia de la Unidad Democrática al diálogo de Santo Domingo de la semana pasada, tras los "400 llamados del presidente al diálogo y las excusas fútiles de la oposición". Los cancilleres del grupo facilitador del diálogo habían propuesto que las presidenciales se realizaran en el segundo semestre del año y que antes de la elección se renovará el poder electoral.
La MUD rechazó ir a la capital dominicana después de que el ministro de Interior, Néstor Reverol, dijera que la oposición había desvelado el escondite de Óscar Pérez, el policía rebelde abatido por las fuerzas de seguridad en Caracas.
Las últimas elecciones presidenciales datan de abril de 2013, cuando Maduro obtuvo una pírrica victoria frente a Capriles. La oposición logró su triunfo más importante en diciembre de 2015, cuando se hizo con el control de la Asamblea Nacional, un órgano legislativo que el chavismo ha inutilizado con la creación de la Constituyente.