¿Objetivo? Un candidato que lidere a la dividida oposición venezolana. ¿Fecha? Antes del 30 de abril. Este martes la Asamblea Constituyente de Venezuela anunciaba de forma inesperada el adelanto de las elecciones presidenciales para antes de mayo.
Tras conocerse la noticia, la oposición se apresuraba a lanzar mensajes a favor de la unidad con el fin de coser cuanto antes la fraccionada Mesa de Unidad Democrática (MUD). Pero ¿quién será el dirigente que reúna los apoyos de la MUD y se enfrente cara a cara contra Nicolás Maduro?
Muchos de los líderes opositores, golpeados por la persecución del Gobierno, no pueden presentarse a los comicios. Sin embargo, en las quinielas ya suena con fuerza un nombre, el de Henry Ramos Allup.
Diputado de la Asamblea Nacional y secretario general de Acción Democrática, Ramos Allup aseguraba este jueves que la oposición está “preparada para hacer primarias en cuatro o cinco semanas”, y anunciaba que él sería uno de los aspirantes en esa lucha interna. El opositor resaltaba que a ese proceso se podrá presentar cualquier miembro de los partidos opositores así como personas que no pertenezcan a ninguna organización. “Todos los que aspiremos debemos votar y que sea la gente la que decida”, manifestaba.
Ramos Allup fue presidente de la Asamblea Nacional en 2016 y pasará a la historia porque tras su toma de posesión se deshizo de todos los símbolos chavistas que adornaban la cámara. Se encargó personalmente de supervisar que las imágenes gigantes de Hugo Chávez y Nicolás Maduro fueran retiradas de los espacios del Palacio Legislativo.
“No quiero ver un cuadro que no sea el retrato clásico del Libertador (Simón Bolívar). No quiero ver ni a Chávez ni a Maduro, llévense esa vaina para Miraflores o se lo dan al aseo, pero aquí nada”, se le escuchaba decir en un vídeo que se viralizó en las redes e irritaba a los dirigentes chavistas.
Estos cuatro no pueden presentarse
Henry Ramos Allup ha sido uno de los pocos opositores en mostrar sus intenciones de presentarse a los comicios. Si todavía no hay más aspirantes es precisamente porque muchos líderes no pueden presentarse por culpa del chavismo. Es el caso de Henrique Capriles o Leopoldo López, dos de los rostros más reconocidos de la MUD. El primero está inhabilitado y el segundo bajo arresto domiciliario.
Henrique Capriles se enfrentó a Nicolás Maduro en las últimas elecciones presidenciales, que datan de abril de 2013. Capriles, que también se enfrentó sin éxito al fallecido Hugo Chávez en la votación previa, está inhabilitado para el ejercicio de cargo público por la Justicia venezolana. Esa prohibición tiene una duración de 15 años.
Por su parte, Leopoldo López, que desde julio de 2017 cumple arresto domiciliario después de tres años y medio encarcelado, tampoco puede aspirar a las primarias. Antes de ingresar en prisión, el coordinador nacional de Voluntad Popular ya había sido inhabilitado en varias ocasiones.
Antonio Ledezma es otro de los que no puede concurrir. El exalcalde de Caracas se encontraba, como López, en arresto domiciliario, pero en noviembre del año pasado logró huir de Venezuela y ahora está exiliado en España.
Tampoco puede enfrentarse a Maduro Freddy Guevara, otro opositor menos conocido que sucedió a Leopoldo López al frente de Voluntad Popular. Guevara, vicepresidente de la Asamblea Nacional antes del ‘golpe constituyente’, buscó protección en la embajada de Chile en Caracas cuando el Tribunal Supremo venezolano retiró su fuero parlamentario.
Adelanto electoral inesperado
La convocatoria se esperaba para diciembre, pero las sanciones adoptadas por la Unión Europea han precipitado un cambio en la estrategia del Gobierno de Nicolás Maduro y por esa razón ha decidido adelantar los comicios. “Ante más sanciones, más elecciones en Venezuela”, afirmaba Diosdado Cabello, el ‘número dos’ del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
El chavismo ha aprovechado también la debilidad de la oposición, que en este momento se encuentra dividida por los diferentes criterios que han surgido sobre el camino a seguir para hacer frente al Ejecutivo de Maduro. La oposición tiene claro que el enemigo común es el chavismo, por lo que deberán sumar fuerzas y remar en la misma dirección para derrotar a Maduro en las urnas.