"Llueva, truene o relampaguee" las elecciones presidenciales en Venezuela serán el próximo 22 de abril. Así lo ha sentenciado Nicolás Maduro en alguna ocasión, aprovechando la división de la oposición ante la cita con las urnas.
La brecha entre los opositores al presidente venezolano es tal que no concurrirán a los comicios. Lo han comunicado este martes, alargando la incertidumbre hasta el último minuto, al tiempo que se cierra el plazo establecido para que los candidatos presenten sus requisitos ante el poder electoral chavista.
La principal coalición opositora, la MUD (Mesa de Unidad Democrática), se ha reunido intensamente en los últimos días con todas las partes implicadas y con diversos sectores de la sociedad como empresarios, iglesia y estudiantes para tomar una decisión. La más que probable victoria de Maduro por incomparecencia de los rivales no vendrá sola.
"Farsa electoral"
Negal Morales, subsecretario de Acción Democrática (partido integrante de la MUD), ha anunciado a la emisora Unión Radio que en las próximas horas "seguramente se hará un pronunciamiento unitario" sobre las presidenciales de abril.
La cita con las urnas, adelantada a placer por Maduro con la ayuda de la todopoderosa Asamblea Constituyente, ha sido tachada de "fraude" por la oposición. El debate es ahora cómo volver a llamar la atención de la comunidad internacional sobre un proceso electoral que quieren desacreditar y hasta boicotear. La pregunta es: ¿Cómo lo harán?
El partido del opositor Henrique Capriles, Primero Justicia, ya ha confirmado que no participará de un "proceso fraudulento" para "hacerle el juego a una dictadura que sólo busca mantenerse en el poder", según han denunciado en un comunicado. En el texto avanzan también que están a favor de una mayor movilización y apoyarán la formación de "un frente amplio" para denunciar los abusos del chavismo.
Adelantar las legislativas, sobre la mesa
En otra maniobra para acorralar y desactivar a la oposición, Diosdado Cabello -número dos del aparato chavista- ha planteado convocar también elecciones legislativas el 22 de abril para renovar el Parlamento, controlado por la oposición.
Mientras, el desconcierto sobre los planes de la oposición continúa. Tres de los cuatro principales partidos que integran la MUD, entre ellos AD, guardaron silencio sobre la decisión en torno a las presidenciales y acordaron extender las reuniones que comenzaron la semana pasada a puerta cerrada para adoptar una postura conjunta.
La abstención la están pidiendo las élites. El pueblo quiere votar por estar desesperado
El partido de Leopoldo López, Voluntad Popular (VP), ya había comunicado que ni presentará candidato ni respaldará candidatos para los comicios, que califica de "farsa electoral" al considerar que no reúnen condiciones para que el proceso sea justo y transparente.
La intención de invalidar las elecciones no es unánime. Algunos políticos si han expresado su deseo de presentarse y romper así la posición conjunta. Tres dirigentes opositores cercanos a la MUD se han postulado para ser el "candidato unitario" que tendría que plantar cara a Nicolás Maduro, en el poder desde que falleció Hugo Chávez en 2013.
El coste de la abstención
El mutis de la coalición opositora no le saldrá gratis. "El silencio fortalecerá al adversario. La MUD debe plantearse una propuesta unitaria que trascienda la salida de Maduro", advierte la doctora en Ciencias Políticas María Puerta en el diario Efecto Cocuyo.
El dirigente del grupo opositor Copei tampoco compra el discurso de la abstención como señal de protesta: "Es un error y no nos lleva a ninguna parte. La abstención la están pidiendo las élites. El pueblo quiere votar por estar desesperado".
Sólo dos rivales oficiales
El politólogo Ricardo Sucre señala que una estrategia fallida puede "desdibujar" a la MUD y dejar espacio a un outsider de la política. Sin ir más lejos los dos únicos rivales oficiales de Maduro hasta la fecha no son los esperados.
El pastor evangélico Javier Bertucci, señalado en los papeles de Panamá, anunció el domingo su candidatura con el objetivo de "implantar los valores cristianos" en Venezuela. El otro aspirante en liza se ha conocido en las últimas horas: Luis Alejandro Ratti.
Se trata de un empresario del estado Aragua (centro-norte), cercano al chavismo, necesita miles de firmas para respaldar su proyecto de candidatura, ya que no cuenta con ningún partido político para apoyarle.