Alarma social en el mundo del porno en Estados Unidos. La muerte de cinco jóvenes actrices porno en tan sólo tres meses ha conmocionado a la industria del entretenimiento adulto en América.
El fallecimiento de todas estas intérpretes ha abierto un duro debate en el sector, poniendo de relieve las duras condiciones a las que se enfrentan las jóvenes que se dedican al mundo del porno.
Todo empezó en noviembre de 2017, cuando Shyla Styles murió en extrañas circunstancias durante una visita a su familia. Un mes después, August Ames se suicidó y otras tres intérpretes X –Yuri Beltrán, Olivia Nova y Olivia Lua- fallecieron semanas después. La causa: algunas de ellas por sobredosis y otras por razones que todavía se desconocen.
Con la muerte de Styles, Ames, Beltrán, Nova y Lua, los sindicatos hicieron un llamamiento para apoyar a las actrices. Muchas de ellas, según revela la BBC, sufren problemas de salud mental, drogadicción e incluso han llegado a ser acosadas a través de redes sociales.
Lo triste es que toda esta situación de presión laboral ha salido a la luz después de estas cinco muertes. Ahora la industria del porno atraviesa la peor crisis de su historia.
El caso de Ames
A August Ames, una actriz de 23 años, le surgió una oportunidad laboral cuando le ofrecieron trabajar con un conocido actor porno, conocido por no usar protección durante sus rodajes. Ames se negó a participar en esa escena.
Las redes criticaron su negativa y ella, ante todos los ataques online, acabó ahorcándose en un parque, con una nota en la que se protestaba por todos los insultos recibidos en Twitter, Instagram y Facebook.
Tras el suicidio de August Ames, surgió una plataforma -Proyecto August, en su honor- que busca dar protección y ayuda a actrices porno que sufren situaciones similares a las que padeció Ames, intentando evitar que acaben quitándose la vida.
Según este proyecto, la industria del cine porno no está haciendo lo suficiente por prevenir este tipo demuertes. Y ahora los ataques se multiplican por el auge de las redes sociales, donde las intérpretes están más expuestas a recibir comentarios negativos.
Más respeto
La actriz porno Tori Black, que ha sido dos veces galardonada como Artisfa Femenina del Año en los Premios AVN, principales galardones de esta industria, reconoce que “es muy complicado” ser madre y actriz porno.
Para ella, los trolls en internet no son simplemente un altavoz de prejuicios muy antiguos que consideran degradante esta profesión.
“Nosotros elegimos esta industria porque el sexo nos encanta, nos apasiona, al igual que a un músico le divierte la música”, explica Black, que considera que solo se podrán superar estos ataques cambiando la cultura, construyendo una educación basada en el respeto y la tolerancia.
Psicólogos mejor formados
El problema de las trabajadores sexuales también llega a los terapeutas y psicólogos que las atienden. Estos profesionales entienden que el hecho de trabajar en porno es la causa de todos los problemas. “No lo ven como una profesión”, afirma Tasha Reign, presidenta del Comité de Defensa de Actores para Adultos.
“Cualquier persona a quien le repiten una y otra vez que lo que hace no está bien, empieza a creérselo”, asegura.
Ahora, con estas cinco muertes, la sociedad va a tomar conciencia y espera que la industria del porno “pueda ofrecer un mejor lugar para estas jóvenes mujeres”.