La Corte de Apelaciones de Brasil ha rechazado el recurso del expresidente Luis Ignacio Lula da Silva para permanecer en libertad hasta que se decida sobre su apelación en el caso de corrupción de la petrolera Petrobras.
Sobre Lula pesa una orden que le da de plazo hasta las 17.00 de la tarde (las 22.00 de la noche hora peninsular española) para comparecer ante la Policía y cumplir la condena de 12 años impuesta por aceptar sobornos de una empresa de ingeniería a cambio de la concesión de contratos con la compañía petrolera estatal de Brasil -Petrobras-.
Los abogados de Lula presentaron un hábeas corpus ante el STJ (por sus siglas en portugués) después de que el juez de primera instancia Sergio Moro firmara el jueves el decreto de prisión contra el expresidente, confirmaron a Efe fuentes del despacho de abogados.
El Tribunal Superior ya había negado previamente un habeas corpus presentado por la defensa de Lula para evitar que el exmandatario fuera preso antes de agotar todos los recursos en instancias superiores.
Ese mismo recurso fue presentado por la defensa ante el Supremo, que la madrugada de este jueves también lo rechazó en una ajustada votación por 6 votos a 5, facilitando así la prisión del principal líder de la izquierda brasileña.
La defensa de Lula cuestiona el decreto de prisión expedido la víspera por Moro al asegurar que contradice la sentencia proferida por el tribunal en segunda instancia que en enero aumentó su condena de nueve a doce años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero.
"Están contrariando la propia decisión del tribunal del día 24 (de enero), cuando los tres magistrados determinaron que la prisión sólo podría acontecer después de agotada toda la tramitación en segunda instancia. Estamos dentro de plazo", dijo la víspera el abogado Cristiano Zanin.
Lula tiene de plazo hasta las 17.00 hora local de este viernes para presentarse ante la Policía Federal de Curitiba, ciudad en la que deberá cumplir su condena.
El exobrero metalúrgico pasó la noche reunido con aliados políticos en la sede del sindicato de los metalúrgicos de la localidad de Sao Bernardo do Campo (Sao Paulo).
El expresidente durmió en la sala de la presidencia del sindicato y estuvo solo de las 2 a las 7 de la mañana, según confirmaron a Efe fuentes del instituto que lleva su nombre.
Lula se ha recluido en los últimos días y no se ha dirigido públicamente a la militancia desde que el Supremo negara en la madrugada del jueves el primer hábeas corpus presentado por la defensa.
El exjefe de Estado fue condenado en 2017 por Moro a nueve años de cárcel por corrupción pasiva y lavado de dinero, pero la pena fue ratificada y ampliada a 12 años por el Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región de Porto Alegre el pasado 24 de enero.
La Justicia le acusa de haber recibido un apartamento de lujo en la localidad de Guarujá, en el litoral de Sao Paulo, a cambio de beneficiar a la constructora OAS en la adjudicación de obras públicas ligadas a Petrobras.