El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Paul Ryan, confirmó este miércoles a través de su oficina que no se presentará a la reelección en noviembre, tal y como habían adelantado varios medios locales.
"Esta mañana el presidente Ryan compartió con sus colegas que este será su último año como miembro de la Cámara de Representantes", afirmó su asesor, Brendan Buck, en un comunicado.
De acuerdo con Buck, después de casi 20 años en la Cámara baja, Ryan está "listo para dedicar más tiempo a ejercer de esposo y padre" y, aunque no buscará su reelección, según le dijo el propio congresista, el haber ejercido el cargo de presidente de la institución ha sido "el honor de su vida profesional".
"Cumplirá su mandato completo, cruzará la meta y después se retirará en enero", explicó el asesor.
Con asiento en el Congreso desde 1999, Ryan llegó a postularse como candidato a la Vicepresidencia del país, junto a Mitt Romney, en 2012, cuando contaba con apenas 42 años.
Como posibles sustitutos de Ryan al frente de la Cámara de Representantes, donde el partido republicano cuenta con una mayoría de 237 escaños frente a los 192 de los demócratas, figuran los también conservadores Kevin McCarthy y Steve Scalise.
A pesar de sus diferencias con el presidente Donald Trump, como máximo responsable de la Cámara baja, Ryan ha sido el encargado de conseguir los apoyos necesarios para algunos de los principales proyectos del mandatario, como las reformas del sistema impositivo y de la sanidad en Estados Unidos.
De hecho, uno de los grandes logros del titular de la Cámara de Representantes desde que asumió su presidencia, en 2015, fue la aprobación en diciembre del año pasado de la reforma fiscal impulsada por Trump, la cual resultó especialmente polémica por sus incluye notables recortes de impuestos para las empresas.
Según ha informado Buck, Ryan tiene la intención de dar una rueda de prensa este mismo miércoles, "inmediatamente" después de que se celebre la sesión de la jornada.