Los servicios de inteligencia estadounidenses están intentando construir un perfil sobre la personalidad de Kim Jong-un para otorgar al presidente Donald Trump una ventaja competitiva en la cumbre que próximamente celebrarán ambos mandatarios, una de las más trascendentales desde la Guerra Fría. No obstante, se enfrentan a un gran desafío: muy pocas personas conocen realmente cómo es el misterioso líder de Corea del Norte.
Siguiendo la larga tradición de pertrechar a los presidentes de Estados Unidos con detallados informes políticos y psicológicos de sus homólogos de otros países en la antesala de negociaciones críticas, el equipo de Trump está recolectando toda la información posible sobre Kim Jong-un y ajustando las evaluaciones anteriores de las que disponían, según la agencia Reuters.
Una de las principales fuentes de información de esta misión de inteligencia es Mike Pompeo. El secretario de Estado y exdirector de la CIA fue la primera persona de la administración Trump en conocer al dictador norcoreano, a quien en privado definió como "un tipo inteligente que está haciendo sus deberes" para la reunión. De hecho, la jefa de prensa de la Casa Blanca hizo pública este jueves una imagen de ambos durante su encuentro en Pyongyang.
El perfil de Kim Jong-un, según fuentes del Gobierno estadounidense, también se está elaborando en base a testimonios de personas que en el pasado han tenido contacto con el líder supremo, como la exestrella de los Chicago Bulls Dennis Rodman, antiguos compañeros de un internado suizo y diplomáticos surcoreanos. Trump también podrá llamar a Moon Jae-in, el presidente de Corea del Sur, para recabar datos tras el encuentro histórico entre los dos mandamases coreanos.
Todo está se está utilizando para actualizar los documentos de la inteligencia de EEUU que tratan de despiezar el comportamiento, las motivaciones, la personalidad y el estilo de liderazgo de Kim para ayudar a Trump y sus asesores a desarrollar una estrategia de cara a la inminente reunión, programada para finales de mayo o principios de junio.
Un funcionario de la Casa Blanca citado por Reuters dijo que "está en marcha un esfuerzo total del Gobierno con el objetivo de preparar la cumbre del presidente". Esta fuente no quiso revelar ni confirmar ninguna estrategia específica que están utilizando para descifrar a Kim Jong-un.
A pesar de estos esfuerzos, el conocimiento directo del líder norcoreano sigue siendo especialmente limitado -"una caja de secretos"- dado la escasez de espías e informantes desplegados sobre el terreno y las dificultades del ciberespionaje en un país donde el uso de Internet es residual.
Espionaje casi imposible
El consenso entre las autoridades estadounidenses sobre Kim Jong-un es similar a lo que han concluido públicamente otros expertos. El líder norcoreano es visto como "un actor racional" y no como el "gordo idiota" que un día bramó Trump. Anhela alcanzar relevancia internacional, pero su objetivo principal es la "supervivencia del régimen" y perpetuar la dinastía de su familia, lo que sugiere que será difícil para él aceptar el desarme nuclear completo, según las fuentes consultadas por Reuters.
Kim también ha demostrado ser un gobernante implacable que ejecuta a miembros de su familia si cree que están conspirando contra él. Sin embargo, ahora se considera con poder suficiente, tras el desarrollo exitoso de su programa nuclear, para negociar con el presidente de EEUU de tú a tú.
En términos de personalidad se cree que Kim es más carismático y menos vergonzoso a las apariciones en público que su padre, Kim Il Sung. Enviar a su hermana a los Juegos Olímpicos de Invierno de Corea del Sur y una rara aparición de su mujer cuando los diplomáticos surcoreanos visitaron Pyongyang en marzo se entiende como un esfuerzo para humanizar la visión de su liderazgo en el extranjero.
Protegido por la extrema opacidad de Corea del Norte, Kim ha generado una enorme cantidad de dolores de cabeza a las agencias de espionaje estadounidenses. En este sentido, Dan Coats, el director Nacional de Inteligencia, dijo en un discurso a principios de mes que Corea del Norte ha sido "uno de los lugares de recolección más difíciles" para la recopilación de información.
Las autoridades estadounidenses llevan años estudiando la historia familiar de Kim Jong-un, sus discursos, fotos y vídeos y ahora están analizando detalladamente los informes y el lenguaje visual de su reunión con Moon Jae-in el pasado viernes. También se han llevado a cabo entrevistas con desertores norcoreanos y se ha recurrido a fuentes de información de segundo grado, como la memoria de un chef de sushi japonés que trabajó para la familia del líder supremo años atrás.
En medio de la cruzada para elaborar el perfil de Kim, los funcionarios estadounidenses también tienen que determinar cuánta información revelar a Trump -que se sabe que tiene poca paciencia para informes detallados o documentos extensos- y luego persuadirlo de no actuar instintivamente, ya que a menudo lo hace con líderes extranjeros. El briefing para Trump será una versión abreviada acompañada de fotos, mapas, dibujos y vídeo, según las fuentes citadas por Reuters.