El procurador general de Colombia, Fernando Carrillo, ha asegurado que ese país está "inundado en coca" y que debe replantearse la política de erradicación de cultivos ilícitos porque no ha dado el resultado esperado.
Carrillo manifestó a periodistas que el país vive "inundado en coca, sobre todo en las zonas fronterizas", lo que obliga a pensar en un nuevo método, diferente a la sustitución voluntaria, para acabar con los cultivos ilegales.
"Si de aquí en adelante, como parece que está sucediendo, no ha funcionado la estrategia, pues hay que darle una última oportunidad a esa política de sustitución o habrá que pensar en otras soluciones", manifestó.
Dijo que en las regiones donde los cultivos de coca han aumentado hay también cada vez más presencia del crimen organizado, grupos armados y carteles internacionales.
"Donde hay carteles, crimen organizado, poca presencia del Estado, por ende la corrupción campea", agregó Carrillo.
El antecesor de Carrillo en la Procuraduría, Alejandro Ordóñez, ya había advertido en 2015, ante el aumento de las hectáreas de cultivos ilícitos, que Colombia estaba "nadando en coca".
Según un informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), los cultivos ilícitos en Colombia crecieron en 2016 hasta las 146.000 hectáreas, lo que supone un aumento de 52% en un año, y un regreso a los niveles de 2001.
En marzo del año pasado, otro informe de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP, por sus siglas en inglés) reveló que en Colombia hay 188.000 hectáreas de cultivos de coca y que el país puede producir al año 700 toneladas de cocaína.