Huevos y pollo congelado: el chantaje de Maduro para ganar las elecciones
La estrategia de control de la comida subvencionada ha permitido al presidente venezolano arañar votos para lograr una reelección bajo sospecha.
23 mayo, 2018 02:31La abstención era el único rival que Maduro tenía que batir en las elecciones presidenciales del domingo. Con la oposición presa o en el exillio, el presidente venezolano ha optado por apelar al hambre de los venezolanos para convencer a los votantes indecisos sobre la continuidad en el poder del heredero del régimen chavista.
La estrategia de coacción nunca ha sido disimulada pero ahora las cámaras del diario The New York Times le han puesto voz e imagen. En este documental se muestra cómo comités de apoyo al chavismo y toda una red de simpatizantes de Maduro convencen a los potenciales votantes para que acudan a las urnas. Calle a calle, vecino a vecino, voto a voto.
"Si yo no te pongo en esta lista apuntado que nos has dado tu voto no puedo saber que necesitas ayuda con algo de comer o una medicina", le dice una simpatizante de Maduro a un potencial votante en un centro de distribución. "¿Estás indecisa? Es mejor el diablo conocido que el diablo por conocer", desliza una seguidora de Maduro a una vecina de Caracas en otra escena del reportaje.
La táctica de los favores electorales a cambio de comida en un país con una abismal crisis de abastecimiento no es nueva pero Nicolás Maduro la ha llevado a niveles insospechados y ha llegado a afirmar en voz alta durante la campaña que estaba "pensando" en dar "un premio a los venezolanos que salgan a votar con el carné de la patria".
Cómo se puede ver en el vídeo del rotativo neoyorquino, miles de venezolanos acuden a estos improvisados 'supermercados' en búsqueda de material para llenar su nevera. El reparto de huevos subvencionados y pollo congelado distribuido por el Gobierno se intensificó en los días previos a las elecciones.
Sólo un 25% del electorado ha acudido a una cita con las urnas con crecientes sospechas de fraude. Nicolás Maduro seguirá en el poder cinco años más pero la comunidad internacional ha reaccionado esta vez con más contundencia y ni siquiera ha dado por bueno el resultado que Maduro ha logrado apelando al hambre de los venezolanos.