Nuevos detalles de las torturas de los Turpin. Este miércoles ha tenido lugar una audiencia preliminar donde se han revelado más datos de las vejaciones que sufrieron los niños Turpin en la conocida como la Casa de los Horrores.
La espantosa noticia saltaba a la luz pública a finales de enero. Una matrimonio estadounidense, de California –David y Louise Anna Turpin- era detenido por mantener a sus trece hijos malnutridos, encadenados y sin poder salir a la calle.
En la vista judicial de este miércoles, se han podido escuchar por primera vez los testimonios de los niños. En concreto, se ha reproducido la llamada de Jordan Turpin, menor de 17 años, al 911, donde pedía “ayuda a mis hermanas” y describía el horror en el que vivía: un escenario de palizas, abusos y estrangulamientos.
“Nos encadenan si no hacemos lo que debemos”, decía una voz infantil en conversación telefónica el pasado 14 de enero. Sus padres, David y Louise Anna, están imputados con cargos de tortura, confinamiento y abuso infantil y se les acusa de otros 38 delitos. La pareja se declaró “no culpable” y se enfrenta a más de 94 años de prisión.
La víctima planificó cómo huir de la Casa de los Horrores durante dos años, y aseguró que en el momento de la fuga sus dos hermanas más pequeñas “estaban encadenadas a sus camas” por haber tomado caramelos de la cocina sin permiso.
“Somos 16 personas en la casa. Nos maltratan. Mis hermanos están encadenados”, decía la joven en esta desgarradora llamada al servicio de emergencias. "A veces mis hermanas se despiertan y comienzan a llorar" por el dolor. "Llamo para que ayuden a mis hermanas".
“Nunca he salido a la calle”
Esta llamada cambió para siempre la vida de los 13 hijos Turpin, ya que gracias a ella las autoridades rescataron a los jóvenes y empezaron una nueva vida.
Las estremecedoras palabras de la joven, que no era capaz de indicar una dirección exacta a la policía, dejaban claro el estado en el que se encontraban ella y sus hermanos: "No he salido. No salgo mucho. No sé nada sobre las calles ni nada”.
El oficial del sheriff Manuel Campos, que respondió a la llamada de emergencia, indicó en la audiencia de este miércoles, que Jordan le dijo que estaba "muerta de miedo" de ser descubierta, aunque en la llamada siempre estuvo calmada.
"Dijo que no podía quedarse ahí y ver a sus hermanas encadenadas, llorando y sufriendo", señaló el policía, que después describió cómo al encontró. "Su cabello estaba sin lavar, tenía toda la piel sucia, su cuerpo emitía el hedor de quien no se ha bañado", indicó.