El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, aseguró este lunes que un adelanto de las elecciones en el país centroamericano, propuesto para marzo de 2019, como le piden varios Estados y organismos internacionales, crearía "inestabilidad e inseguridad" y "empeoraría las cosas".
Durante una entrevista a la cadena estadounidense Fox News, Ortega argumentó que los enfrentamientos violentos que vive Nicaragua desde abril pasado, que han causado más de 300 muertos, han sido originados por grupos paramilitares financiados por algunos diputados opositores y el narcotráfico.
Ortega, quien presidió el país entre 1979 y 1990, y ahora desde 2007, insistió en que las fuerzas paramilitares han sido las que han atacado a la policía nicaragüense, que pretendía proteger a la población de las revueltas.
"Por la noche, cuando no hay manifestaciones pacíficas, hemos tenido ataques provocados por las fuerzas paramilitares, organizadas por gente que está en contra del Gobierno", insistió el presidente nicaragüense, cuyas palabras fueron traducidas al inglés.
Además, aseguró que en los últimos días se ha dado un proceso de "normalización" de la situación y aseguró que ha habido manifestaciones tanto a favor como en contra de su Ejecutivo.
El mandatario ya se negó a principios de mes a adelantar los comicios en su país aduciendo que la Constitución establece mandatos de 5 años de duración, por lo que la presente legislatura no debe concluir hasta 2021.
Ortega calificó los episodios de violencia como "auténtico terrorismo", y reiteró que las revueltas tienen como objetivo acabar con el Gobierno que lidera, a la vez que reiteró que "ningún nicaragüense ha fallecido dentro de una iglesia".
"Ha sido una campaña de mentiras, de terribles mentiras, para tratar de dañar la imagen de Nicaragua", subrayó Ortega, quien fuera uno de los líderes de la revolución sandinista contra el dictador Anastasio Somoza en los años 70.
No obstante, tanto la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), como la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno nicaragüense de graves violaciones de los derechos humanos.
Ortega también tuvo un mensaje para su homólogo estadounidense, Donald Trump, a quien recordó que las relaciones bilaterales han sido "muy dolorosas", por lo que dijo que no quiere que la historia se repita.
"Somos un país pequeño con una economía frágil, pero merecemos respeto", dijo Ortega ante los distintos pronunciamientos del Congreso estadounidense y la Casa Blanca sobre la crisis de la nación centroamericana.
Nicaragua atraviesa desde abril la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de 1980 -con Ortega también como presidente-, después de que su Gobierno propusiera unas fallidas reformas de la seguridad social que sirvieron como detonante para que la población comenzara a protestar sobre sus abusos y corruptelas.