Crimen en Buenos Aires. Después de violar a una jubilada de 75 años, Luca Martín Alaimo, de 18 años, volvió a la escena del crimen. Este joven argentino ha sido detenido por haber asesinado a la agente de Policía Tamara Ramírez, de 26 años, y por haber disparado a su pareja sentimental, Mariano Albornoz.
Este joven argentino estaba en búsqueda y captura por haber violado a una mujer de 75 años cinco días antes del asesinato de esta oficial de Policía. La violación tuvo lugar 23 de julio, cuando Luca Martín Alaimo entró a robar a una casa de su barrio, en Dock Sud, Avellaneda (Buenos Aires), a poca distancia de donde él vivía.
El joven estaba armado cuando sorprendió a su víctima. La golpeó, la amenazó, le robó los 500 pesos que encontró y violó a la jubilada.
Pasados cinco días, Martín Alaimo volvió al barrio para atacar. Entonces, la mujer violada reconoció a su atacante, igual que todos sus vecinos: Luca era señalado en el barrio como "incontrolable" y "ladrón", pero sobre todo porque se "atrevía a robarles a los vecinos".
La familia de la víctima denunció a la Policía el suceso y fue a increpar a los padres de Luca, que simplemente devolvieron lo robado y dijeron no saber dónde estaba. La familia sospechaba que se encontraba en el barrio porteño de La Boca, pero más tarde los descubrieron en Glew tras el asesinato de la policía Tamara Ramírez.
"Desde el martes, sobre Alaimo pesaba una orden de búsqueda y captura", confirmaron a Clarín fuentes de la investigación. Y agregaron: "Tenía varias causas por robo simple y tentativa de robo de cuando era menor". Había pasado por varios centros de menores.
El sábado, alrededor de las 3 de la mañana, Alaimo entró a robar a la casa de Serafín Ramírez, un teniente primero de la Policía Bonarense, que vive en Glew. Tamara Ramírez, la hija de Serafín, escuchó los gritos cuando su padre forcejeaba con Alaimo y sacó su reglamentaria. Tamara era agente de la Policía Local de Almirante Brown en ese momento y estaba con su novio, Mariano Albornoz, compañero de la fuerza.
Alaimo escapó corriendo y se metió a la casa de un vecino, a 800 metros de la propiedad de la familia Ramírez. Ahí se cambió la ropa e intentó escapar, pero terminó detenido. Dio un nombre falso, pero más tarde descubrieron su verdadera identidad.
Ahora está preso a disposición del juzgado N°10, que lo acusa del robo agravado por uso de arma de fuego, lesiones y abuso sexual, y del Juzgado N°5 de Lomas de Zamora, que le imputa el homicidio, el robo y las lesiones contra Tamara y Mariano.
Este martes le tomarían declaración indagatoria en la Fiscalía N°2 de Avellaneda.