El Partido de los Trabajadores (PT) registró este miércoles la candidatura presidencial de Luiz Inácio Lula da Silva "en nombre del pueblo brasileño" y desafió a la Justicia, que decidirá si podrá presentarse estando preso y condenado por corrupción.
"Es candidato en nombre del pueblo y porque el pueblo lo quiere", dijo la presidenta del PT, Gleisi Hoffmann, después de inscribir la candidatura de Lula, que puede ser rechazada debido a las leyes que impiden aspirar a cualquier cargo electivo a personas con una condena ya ratificada en segunda instancia, como es su caso.
En el trámite realizado en el Tribunal Superior Electoral, el PT también registró como compañero de fórmula de Lula al exministro de Educación Fernando Haddad, quien sería el candidato a presidente si, por su situación legal, el exmandatario no pudiera participar en las elecciones que se celebrarán el próximo 7 de octubre.
A pesar de que el PT sostiene que Lula es su "único candidato", ha elaborado un "plan B", no reconocido oficialmente pero explícito, que implica la inscripción de Haddad como compañero de fórmula.
Esa alternativa plantea que, si Lula fuera efectivamente vetado, Haddad asumiría su puesto en la fórmula y tendría como candidata a vicepresidente a la comunista Manuela D'Ávila, quien por ese acuerdo renunció a sus propias aspiraciones a la Presidencia.
Según Haddad, registrar una candidatura que nace "sub judice" no supone "un acto de desobediencia a la ley", sino de "obediencia al pueblo y la Constitución", que en su opinión ha sido violada en el proceso que condenó a Lula, quien aún responde frente a otras cinco causas penales en los tribunales.
Lula lidera las encuestas
Según el Tribunal Superior Electoral, el análisis sobre la viabilidad legal de la candidatura de Lula se hará antes del 17 de septiembre, a falta de veinte días para las elecciones.
Mientras la Justicia decide, Haddad y D'Ávila entrarán en campaña a partir de la semana próxima, cuando iniciarán una gira por estados del noreste del país, en los que Lula tiene los mayores apoyos.
De acuerdo a las últimas encuestas, si pudiera ser candidato Lula tendría un 30% de intención de voto y vencería a cualquiera de sus posibles adversarios en segunda vuelta.
No obstante, cuando su nombre no se toma en cuenta, lidera los sondeos el ultraderechista Jair Bolsonaro (17%), seguido por la ecologista Marina Silva (13%), el laborista Ciro Gomes (8%) y el socialdemócrata Geraldo Alckmin (6%), en un escenario con cerca de un 50% de electores indecisos.
Un apoyo... no tan masivo
El PT había convocado para este miércoles una gran movilización popular con motivo de la inscripción de la candidatura, pero por lo que se vio en el acto, las masas le fallaron.
Frente a las 50.000 personas que participaron, de acuerdo al PT, la Policía dijo que hubo apenas una quinta parte de esa cifra, lo cual se reflejó hasta en las palabras de un locutor que moderaba el acto desde un camión y llegó a pedir que la gente "se agrupe, pues hay mucho espacio vacío y es importante la imagen que se dará".
Si la multitud no fue la esperada, sí compareció al completo la dirigencia del PT, que instó a sus militantes a volcarse de lleno a la campaña, que comenzará este jueves en las calles y por internet.
En el acto se leyó una carta enviada por Lula desde la prisión, en la que pidió a sus partidarios que "a partir de mañana vayan a las calles, a las redes sociales, pero mirando a los ojos de los más pobres, para recordarles que ya fueron felices".
En el texto, añadió que "cada uno de ustedes será Lula haciendo campaña por el país", pues "mientras esté preso, ustedes serán mi voz".
Hoffmann, quien afirmó que esta jornada representó "el inicio del camino a la Presidencia pese a los que lo juzgaron y lo condenaron sin delitos y sin pruebas", garantizó que el pedido del exmandatario será atendido y que a partir de mañana "habrá millones de 'Lulas' recorriendo el país".