El nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, prometió este martes en su primer discurso tras jurar el cargo que liberará al país de las "amarras ideológicas", con un pleno respeto "a las religiones y a las tradiciones judeo-cristianas".
"Primero agradezco a Dios por estar vivo".
"Convoco a cada uno de los congresistas a ayudar en la tarea de liberar definitivamente al país del yugo de la corrupción, de la violencia, de la sumisión ideológica", declaró Bolsonaro, líder de la ultraderecha brasileña, ante el pleno del Parlamento.
"Brasil por encima de todo y Dios por encima de todo", ha terminado.
Según Bolsonaro, su Gobierno representará una "oportunidad única de rescatar al país de las amarras ideológicas" y para "combatir la ideología de género" y otros trazos que, en su opinión, imprimieron en la sociedad y la política los anteriores Gobiernos de los progresistas Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff.
"Vamos a unir al pueblo, a darle valor a las familias, a respetar las religiones y las tradiciones judeo-cristianas", aseguró en un discurso de escasos diez minutos el nuevo presidente de Brasil, un capitán de la reserva del Ejército que se comprometió también a promover los "valores" más conservadores de la sociedad.
A la ceremonia, celebrada en el hemiciclo del Senado, asistieron los presidentes de Bolivia, Evo Morales; Chile, Sebastián Piñera; Honduras, Juan Orlando Hernández; Paraguay, Mario Abdo Benítez, y Uruguay, Tabaré Vázquez.
Asimismo, estaban presentes los primeros ministros de Israel, Benjamín Netanyahu; Hungría, Viktor Orbán, y Marruecos, Saadedine Othmani, así como los presidentes de Portugal, Marcelo Rebelo de Souza, y Cabo Verde, Jorge Carlos Fonseca, entre otras autoridades.
Gobernar "sin discriminación o división"
Asimismo, Bolsonaro, reafirmó su compromiso de gobernar "sin discriminación o división".
"Reafirmo el compromiso de construir una sociedad sin discriminación o división", afirmó Bolsonaro, un capitán de la reserva del Ejército que ganó las elecciones del pasado octubre con un 55 % de los votos.
El nuevo mandatario, polémico por sus declaraciones de corte racista, machista y homófoba, dijo que impulsará el desarrollo de "buenas escuelas" con el fin de preparar a las nuevas generaciones para "el mercado laboral, y no para la militancia política".
Igualmente, prometió que durante su mandato atenderá a los brasileños que "desean conquistar por mérito buenos empleos y sustentar sus familias" y que "exigen" salud, infraestructuras y "respeto de los derechos fundamentales".
"Orden y progreso (...), ninguna sociedad se desarrolla sin respetar esos preceptos", expreso Bolsonaro en alusión al lema inscrito en la bandera de Brasil.
También afirmó que honrarán en su Gobierno a "aquellos que sacrifican sus vidas en nombre de la seguridad", en referencia a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado. "Ellos se lo merecen y deben ser respetados", añadió.
Tras prestar juramento como nuevo presidente de Brasil y pronunciar su primer discurso ante el Parlamento, Bolsonaro se dirigirá al vecino Palacio de Planalto, la sede del Gobierno, donde recibirá la banda presidencial de manos del gobernante saliente, Michel Temer.
Pronunciará entonces un segundo discurso ante miles de personas que se congregan frente al palacio presidencial, donde recibirá el saludo de las autoridades extranjeras y encabezará la ceremonia en la que asumirán sus cargos los 22 miembros de su gabinete.
Los actos concluirán al caer la noche con una recepción de gala ofrecida en la sede de la Cancillería por el nuevo presidente, cuyo mandato concluirá el 1 de enero de 2023.