Jean Wyllys tira la toalla. Tras meses de amenazas, el diputado federal elegido por Río de Janeiro, ha renunciado al cargo y se ha ido de Brasil por miedo a las amenazas de muerte que está recibiendo. Wyllys, el primer diputado federal abiertamente gay, vivía con escolta policial desde el asesinato de Marielle Franco en marzo de 2008. En los últimos meses las amenazas se han intensificado y Wyllys ha decido abandonar el país.
"Al saber que estaba amenazado, el expresidente de Uruguay, Pepe Mújica me dijo: 'Cuídate. Los mártires no son héroes'. Y es eso: para el futuro de esta causa yo necesito estar vivo. No quiero ser un mártir. Quiero vivir", ha dicho en una entrevista al diario Folha de S. Paulo.
En su cuenta de Twitter, el diputado se ha despedido, ha agradecido el apoyo de todos y ha prometido volver a luchar por "el bien común".
Elegido por el Partido Socialismo y Libertad (PSOL) con el apoyo de 24.000 votantes, Wyllys iba asumir su tercer mandato parlamentario consecutivo. Conocido por su lucha por los derechos LGTBI, siempre había recibido amenazas de muerte, pero la muerte de Marielle Franco marcó un antes y un después.
"Siempre había recibido amenazas de muerte y nunca les había dado demasiada importancia, pero luego asesinaron a Marielle y yo pedí escolta. No puedo vivir cuatro años más dentro de un coche blindado y con escolta, sin poder ir a los sitios que me gustan", ha dicho al periódico.
La victoria de Bolsonaro, con un discurso declaradamente homófobo, y el aumento de las agresiones contra homosexuales y transexuales han pesado en su decisión. "Que haya ganado Bolsonaro, por si solo, no me ha influído. El problema es el aumento de la violencia tras su elección. La violencia contra el colectivo LGTB en Brasil ha crecido de manera aterradora. En una semana, tres parejas de lesbianas han sido atacadas y una de ellas ejecutada. La violencia hacia mí ha sido banalizada de tal manera que la jueza de Río de Janeiro, Marilia Castro Neves, pidió mi ejecución en un grupo de jueces en Facebook", acusa.
Las noticias de que el hijo de Bolsonaro había contratado a la madre y a la mujer del jefe de la milicia investigada por la muerte de Marielle Franco, han dado el último empujón a Wyllys para abandonar el país. "Me aterra saber que el hijo del presidente contrató a la madre y a la mujer del sicario. El presidente que siempre me difamó, que siempre me insultó de manera abierta, que siempre utilizó la homofobia contra mí. Ya no me siento seguro", declaró.
Alegría entre el Gobierno de Bolsonaro
Tras el anuncio de Jean Wyllys, varios miembros del Gobierno de Bolsonaro han celebrado la decisión del diputado. El concejal Carlos Bolsonaro, hijo del presidente, escribió en Twitter "Ve con Dios y se feliz".
El diputado Alexandre Frota, condenado en diciembre del año pasado por haber publicado una fotografía de Wyllys junto con una declaración falsa en la que el diputado hacía apología de la pedofilia, se ha unido a la celebración en tono irónico. "Jean Wyllys se fue y desistió. Qué pena, pensé que se iba a sentar a mi lado #voltajean".
Durante su mandato, Wyllys fue uno de los principales opositores a Bolsonaro en el Congreso y se enfrentó directamente al actual presidente cuando, durante la votación del impeachment de Dilma Rousseff, Bolsonaro homenajeó al coronel Brilhante Ustra, torturador de Rousseff durante la dictadura. Después de escuchar la declaración, Wyllys se levantó y escupió en la dirección de Bolsonaro.
El sustituto de Wyllys: gay, negro y de favela
El lugar de Wyllys lo ocupará otro activista por los derechos LGTBI, David Miranda, casado con el periodista estadounidense Glenn Greenwald, que divulgó el esquema de espionaje de EEUU descubierto por Edward Snowden en 2013.
En respuesta a las reacciones del Gobierno de Bolsonaro, el diputado hacía una publicación en Twitter pidiendo respeto para Wyllys. "Respeta a Jean, Jair, y modera tu alegría. Sale un LGTB pero entra otro y que viene del Jacarezinho [una favela]. Otro que en 2 años ha aprobado más proyectos que tú en 28. Nos vemos en Brasilia".
En un comunicado, la Asociación de Jueces para la Democracia ha mostrado su preocupación por la decisión de Wyllys de abandonar la vida pública y exigió al Ministerio de Justicia las medidas necesarias que garanticen la integridad de los parlamentarios que estén amenazados.
"No hay una verdadera democracia sin respeto a los partidos y a los parlamentarios de la oposición, a sus manifestaciones, sus opiniones y su integridad física. Cualquier amenaza o intimidación para callar la oposición debe ser rechazada por las instituciones democráticas".