Última oportunidad para Nicolás Maduro. Estados Unidos, el país que ha liderado en tiempo e intensidad la presión diplomática contra el régimen venezolano desde que Guaidó fuera proclamado presidente encargado, eleva el tono contra el líder chavista. "Ayer tuiteé que le deseo un retiro largo y tranquilo en una bonita playa lejos de Venezuela. Y cuanto antes aproveche esa oportunidad, más probable será que pueda tener un retiro agradable y tranquilo en una playa bonita en lugar de estar en otra zona playera como la de Guantánamo", ha declarado este viernes John Bolton.
La amenaza del asesor de Seguridad Nacional de Trump deja una puerta abierta, un "retiro" que va en línea con las ofertas de reconciliación que ha puesto sobre la mesa Guaidó: "Deberían aprovechar la amnistía del presidente Guaidó. Cuanto antes, mejor", ha tuiteado a modo de última oferta.
Sin contestar de forma expresa, Maduro ha cerrado de un portazo cualquier posibilidad de abandonar el poder. "Estamos enfrentando la mayor agresión política, diplomática, económica en 200 años, pero esta batalla histórica la vamos a ganar", ha proclamado en la enésima visita oficial a un cuartel del Ejército en los últimos días.
Consciente de que ha perdido por completo el apoyo de gran parte de la comunidad internacional, Maduro se atrinchera en el poder apelando a la unidad de las fuerzas armadas, el único poder que puede sostener una legitimidad que se le desmorona por segundos.
El presidente venezolano exigió también a las Fuerzas Armadas "expandir" y "fortalecer" la "inteligencia preventiva" contra el "terrorismo y el golpismo": "Quien va dos, tres pasos más adelante en la información, es capaz de proteger al pueblo mucho más", apreció Maduro en un discurso en un cuartel al oeste de Caracas.
Guaidó 'corteja' a Rusia y China
En paralelo, Juan Guaidó sigue maniobrando para poner cimientos a la inestable transición democrática que prometió culminar para Venezuela. Tras reconocer en un artículo en el New York Times que ha mantenido "reuniones clandestinas" con sectores del Ejército, este viernes ha empezado a cortejar a dos de los aliados del régimen de Maduro.
"Lo que más le conviene a Rusia y a China es la estabilidad del país y un cambio de Gobierno. Maduro no protege a Venezuela ni las inversiones de nadie en nuestro país. No es un buen negocio para esos países", ha valorado tras asegurar que se ha puesto en contacto con sus autoridades.
Ambos países tienen grandes inversiones en el país latinoamericano y Guaidó sabe que sin el poder militar aún de su lado, la asfixia económica desde el exterior es una carta ganadora. Por su parte, el Kremlin ha negado recibir hasta el momento ninguna comunicación de Guaidó o su equipo. China ha despachado el ofrecimiento asegurando que mantiene una comunicación "cercana" con "ambas partes" y deseando que su "cooperación" con Venezuela "no resulte dañada al margen de como se desarrollen los acontecimientos".
Además, el presidente encargado de Venezuela verá este fin de semana cómo se multiplica el apoyo de la comunidad internacional a su causa. Llegarán los reconocimientos de Europa -con la excepción de Reino Unido, Austria e Italia- aunque quizá no con la contundencia que le gustaría.
Los gobiernos expresarán su apoyo y reconocimiento a Guaidó como presidente hasta que convoque elecciones. Lo harán por separado y, previsiblemente, con matices y enfatizando "la naturaleza interina de la situación", según ha reconocido una fuente de la UE a la agencia Reuters. "Se utilizará en algunos casos un lenguaje cauteloso por temor a sentar un precedente para otras crisis políticas alrededor del mundo", precisó esta fuente.