El excomandante de las FARC Jesús Santrich abandonó este sábado su escolta de seguridad y desapareció. Se encontraba en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de Tierra Grata, donde antiguos miembros de las FARC se preparan para reincorporarse a la vida civil. El lugar, en el norte de Colombia, está muy cerca de la frontera con Venezuela.
Como ha revelado el canal colombiano CM&, según un informe confidencial de fuentes de la inteligencia colombiana, el exguerrillero habría huido a Venezuela para encontrarse con Iván Marquéz y Gentil Duarte, ambos antiguos combatientes de las FARC y desertores de los acuerdos de paz.
Santrich, cuyo verdadero nombre es Seuxis Paucias Hernández Solarte, está llamado a comparecer ante ante la Corte Suprema de Justicia de Colombia el próximo martes 9 de julio para someterse a declaración indagatoria. De no presentarse a su cita judicial, este tribunal emitiría una orden de captura dentro y fuera de Colombia.
El Gobierno colombiano ha criticado su actitud: "Si Santrich quiere ser un sepulturero de la paz, que siga en la clandestinidad, pero que no espere impunidad porque no va a doblegar a la justicia", declaró el procurador de Colombia, Fernando Carrillo Flórez en un comunicado del Ministerio Público.
Carrillo ha manifestado que "es una bofetada a quienes han creído y defendido la paz en este país y a la justicia que le ha dado todas las garantías". Aunque ha aclarado que esto no compromete el compromiso con la paz de la mayoría de exguerrilleros. La Misión de Verificación de las Naciones Unidas (ONU) para Colombia se ha mostrado preocupada por el caso y ha pedido a Santrich que cumpla sus "obligaciones" con la paz.
El excomandante ocupa un escaño como representante en la Cámara del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, formado por miembros de la extinta guerrilla. Tomó posesión de su puesto el pasado 11 de junio, después de que el 30 de mayo fuera puesto en libertad tras estar 416 días preso por la acusación de narcotráfico.
También está solicitado en extradición por Estados Unidos por conspirar para exportar a ese país 10 toneladas de cocaína, un delito presuntamente cometido después de la firma del acuerdo de paz de noviembre de 2016. La Corte Suprema todavía tiene que decidir sobre su situación judicial a este respecto, por lo que su desaparición ha alarmado dentro y fuera del país.