El exmandatario boliviano Evo Morales cruzó este lunes por la mañana la frontera con Bolivia después de casi un año viviendo en Argentina, en un acto que contó con la presencia del presidente argentino, Alberto Fernández.
"No dudaba que íbamos a volver, pero no estaba seguro que iba a ser tan pronto, algo tan histórico y tan inédito, gracias a la unidad del pueblo boliviano y de muchas autoridades y exautoridades del mundo", aseveró Morales desde el puente que conecta la ciudad argentina de La Quiaca con la localidad de Villazón en Bolivia, en donde cientos de personas celebraron su regreso.
Nada más concluir la comparecencia, Morales enfiló el camino del puente en compañía de Fernández, quien lo despidió con un afectuoso abrazo antes de cruzar la frontera y reunirse con sus conciudadanos.
De esta forma, Morales pone definitivamente punto y final a su estancia en Argentina, país al cual ingresó en diciembre del año pasado para pedir refugio después de una traumática salida de Bolivia entre acusaciones de "golpe de Estado".
En su breve intervención antes de cruzar el puente, Morales agradeció la ayuda dispensada por el Gobierno argentino durante sus once meses de estancia en Argentina, un tiempo en que se sintió "como en casa".
"Esto es algo que nunca vamos a olvidar, me sentí como en casa, parte de mi vida queda en Argentina. No me sentí abandonado. [Fue] una linda historia, un lindo recuerdo", afirmó el ex jefe de Estado boliviano, quien también tuvo palabras de agradecimiento hacia el Gobierno mexicano de Andrés Manuel López Obrador.
"Una patria grande"
Asimismo, Morales hizo balance de sus 13 años como presidente de Bolivia, en los que su Gobierno garantizó la "soberanía e independencia de un Estado" y "la dignidad de un pueblo", agregando que ayudará al nuevo Ejecutivo de Luis Arce.
"Somos la patria grande, un pueblo que trabajamos en solidaridad, pero también complementariedad (...). Compartiré mi experiencia, la lucha sigue mientras existan el imperialismo y el capitalismo", concluyó Morales.
Durante su comparecencia, Morales estuvo acompañado por el presidente argentino, Alberto Fernández, uno de los líderes regionales que estuvo presente en la investidura de Luis Arce como nuevo presidente boliviano este pasado domingo.
"Es muy lindo estar en la Quiaca, el motivo es garantizarnos que nuestro querido compañero y hermano Evo Morales regrese a su patria, de la que nunca debería haber salido y nunca debería haber sido maltratado como fue", subrayó el mandatario argentino.
En ese sentido, Fernández manifestó que en los últimos cuatro años "América Latina fue desintegrándose en individualidades" y defendió la unión de todos los países de la región en una misma "patria grande", para crecer con justicia y desarrollo "no sólo para algunos, sino para todos".
"Es el deber de cada uno de nosotros ir en socorro de aquellos pueblos que se ven amenazados o se ven directamente lastimados por levantamientos como el que sufrió Evo y Bolivia hace un año atrás. Estoy muy feliz de haberle podido tender la mano y albergarlo a Evo y a los compañeros de Bolivia en nuestra tierra", destacó Fernández.
Al término de este breve acto, que contó con un nutrido grupo de manifestantes a ambos lados de la frontera, Fernández acompañó a Morales hasta la mitad del puente que une La Quiaca con Villazón, desde donde se despidieron.
El líder indígena continuó hacia la localidad boliviana hasta perderse entre una multitud formada por miles de sus seguidores, quienes lo acompañarán en su camino de regreso hasta Cochabamba.