El presidente colombiano, Iván Duque, dijo este sábado que se apoyará en las Fuerzas Militares para controlar los desmanes ocurridos en varias ciudades del país durante las protestas que tienen como foco principal el descontento por la reforma fiscal presentada por su Gobierno.
Así lo expresó el jefe de Estado en una declaración en la Casa de Nariño, en la que explicó que esa figura de "asistencia militar" se mantendrá hasta que "cesen los hechos de grave alteración del orden público" y que será coordinada con alcaldes y gobernadores.
"La figura de asistencia militar seguirá vigente en los centros urbanos donde existe un alto riesgo para la integridad de los ciudadanos y donde se requiere emplear toda la capacidad del Estado para proteger a la población, está consagrada en la Constitución y la ley, y se mantendrá", dijo Duque.
La declaración del gobernante colombiano tuvo lugar poco después de que se registraran nuevos episodios de violencia y desórdenes en Bogotá, Cali y otras ciudades de Colombia en el cuarto día de protestas contra la reforma fiscal del Gobierno, que coincidió con el Primero de Mayo, celebración de los trabajadores que transcurrió pacífica en las primeras horas del día.
En su declaración, Duque aseguró que este sábado se vieron manifestaciones en diferentes lugares del país que dejan ver que las personas se pueden movilizar y expresar libremente.
Sin embargo, advirtió de que no permitirá que las "vías de hecho, la destrucción de bienes públicos y privados o el mensaje de odio tengan cabida en nuestro país".
"Mi obligación como presidente de la república es garantizar el derecho a la protesta pacífica, pero sobre todo garantizar la seguridad de nuestros conciudadanos", dijo el mandatario.
Sin embargo, el presidente no hizo una sola mención a la reforma tributaria que está en el origen de las protestas y que desde distintos sectores le piden que retire del Congreso y que no tiene posibilidad de ser aprobada.
Disturbios y saqueos
Los disturbios de este sábado en Bogotá comenzaron al final de la tarde en la céntrica Plaza de Bolívar y se propagaron por otros puntos de la ciudad, llegando incluso hasta la zona norte, donde una multitud se congregó frente al condominio donde tiene su residencia privada el mandatario, para expresar su inconformismo con el Gobierno.
En la misma zona norte de Bogotá hubo saqueos al almacén del barrio Country de la cadena de supermercados Éxito y encapuchados rompieron vidrios de bancos y comercios lo que obligó a la intervención del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, que uso gases y una tanqueta para dispersar a la gente.
Las manifestaciones más multitudinarias del día volvieron a darse en Cali, capital del departamento del Valle del Cauca y tercera ciudad del país, donde decenas de miles de personas se reunieron en el sector conocido como Loma de la Cruz y en otro llamado Puerto Rellena, que a raíz de las protestas es llamado ahora Puerto Resistencia.
A esa ciudad también llegaron cuatro chivas (autobuses típicos de pasajeros en la zonas de montaña de Colombia) llevando a decenas de indígenas del vecino departamento del Cauca para reforzar las protestas.
Igualmente hubo desórdenes en Pasto, capital del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador, donde una turba derribó la estatua del prócer Antonio Nariño (1765-1823), considerado el Precursor de la Independencia de Colombia.
Según dijo el Defensor del Pueblo, Carlos Camargo, tres personas murieron en Cali en los últimos días en situaciones vinculadas con las protestas y otros tres decesos están en verificación para ver si están relacionados con las manifestaciones.
Esta semana también se informó de un fallecimiento en Neiva, capital del departamento del Huila, mientras que en Soacha, localidad aledaña a Bogotá, fue asesinado a cuchilladas el capitán de la Policía Jesús Alberto Solano.