El excongresista peruano Kenji Fujimori, hijo menor del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), será enjuiciado desde el próximo 12 de agosto, junto a otros exlegisladores, por la presunta comisión de los delitos de cohecho y tráfico de influencias.
La decisión fue tomada por la Sala Penal Especial de la Corte Suprema en un proceso que se les seguirá por presuntamente haber intentado "comprar" votos de legisladores para evitar la destitución por el Congreso del expresidente Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018).
El Poder Judicial informó, en sus redes sociales, que el juicio oral se celebrará contra los excongresistas Kenji Fujimori, Guillermo Bocángel y Bienvenido Ramírez, y contra el exasesor legislativo Alexei Toledo.
A los cuatro procesados se les considera presuntos autores de delitos "contra la administración pública, en las modalidades de cohecho activo genérico propio (...) en agravio del Estado".
La fiscal suprema Bersabeth Revilla presentó una acusación por este caso en enero de 2020, cuando pidió 12 años de prisión para Kenji, Bocángel y Toledo, así como 11 años para Ramírez.
Revilla consideró que Kenji, hermano de la excandidata presidencial Keiko Fujimori, ofreció ayudar a Kuczynski a cambio de que este indulte a su padre, condenado a 25 años de cárcel por crímenes de lesa humanidad.
Kuczynski, que renunció a la presidencia en marzo de 2018, indultó al exgobernante Fujimori el 24 de diciembre de 2017, aunque esa medida fue anulada en octubre de 2018 por un juez, por lo que el exmandatario regresó a prisión.
Poco antes, en junio de ese año, Kenji había sido suspendido de sus funciones en el Congreso para que enfrente el proceso penal, en una decisión que fue impulsada por el partido Fuerza Popular, de su hermana Keiko.
Tras la aprobación de la suspensión y denuncia, el menor de los Fujimori felicitó a su hermana Keiko por tener su "cabeza en una bandeja" y se declaró "víctima de una dictadura parlamentaria" impulsada por la "mayoría aplastante de Fuerza Popular", que por entonces controlaba el Congreso.
Durante la campaña para la segunda vuelta presidencial que disputó Keiko Fujimori en junio pasado con Pedro Castillo, que finalmente fue elegido jefe de Estado, Kenji terminó con un alejamiento de años de su hermana y le ofreció su apoyo.
El Poder Judicial de Perú también informó este viernes que el próximo 31 de agosto comenzará el control de acusación para determinar si abre juicio contra Keiko, quien puede afrontar un pedido de 30 años y 10 meses de prisión por una acusación fiscal de lavado de activos durante sus campañas electorales de 2011 y 2016.