El expresidente de Brasil Lula da Silva asegura que la probabilidad de ser candidato de nuevo es "muy grande" y considera prioritario desalojar el poder al actual jefe del Estado, Jair Bolsonaro, al que acusa de incrementar la pobreza en el país y de convertirlo en "un paria internacional".
"Históricamente la diplomacia brasileña siempre ha sido respetada. Incluso durante la dictadura militar las relaciones de Brasil con el resto del mundo eran modernas y civilizadas. Bolsonaro ha tirado todo eso a la basura", aseguró Lula en una entrevista que publica este jueves el diario francés Libération.
El expresidente acusa al actual jefe del Estado de "haber tenido solo ojos para (Donald) Trump y haberse enemistado con China, Rusia, Argentina, Bolivia, Chile... "Con él, Brasil se ha convertido en un paria internacional. Nadie quiere recibirle o ser recibido" por él, agrega.
El expresidente acusa a Bolsonaro de "abofetear todas las reglas civilizadas establecidas por la democracia" y "sabotear las misiones de instituciones creadas para proteger el medio ambiente y los amerindios".
"Sin contar la crisis económica y social, con 116 millones de brasileños en situación de inseguridad alimentaria y 33 millones en el paro o condenados al subempleo", dice.
También considera que deberá responder ante un tribunal internacional por su gestión de la pandemia, que califica de "genocidio" ya que provocó "muchas muertes que podían haber sido evitadas". Brasil ha sufrido 600.000 fallecimientos por la covid-19.
A punto de cumplir 76 años, aunque "con la energía de un hombre de 30", Lula afirma que negocia con el Partido de los Trabajadores (PT) optar a un tercer mandato en las elecciones presidenciales del año próximo, porque "un líder político no emerge todos los días".
Tras haber recobrado su condición de elegible, después de haber pasado 580 días en prisión, el hombre que ganó las presidenciales en 2002 y 2006 es el favorito de los sondeos.
Lula cree que "el pueblo es más pobre ahora" que cuando él estaba en el poder y recuerda que subió un 74 % el salario mínimo y que hizo progresar un 10 % los ingresos de los más pobres. "Eso nos permitió agrandar el mercado de consumidores y atraer inversiones exteriores (...) Mi fórmula es simple: poner a los pobres en el presupuesto y a los ricos en el impuesto sobre la renta", asegura.
Sobre la preservación de la Amazonía, Lula dice oponerse al presidente francés, Emmanuel Macron, respecto a que tenga un estatus internacional y apuesta por "invitar al mundo desarrollado a invertir en la investigación científica para aprovechar las propiedades de la biodiversidad amazónica en las industrial farmacéutica y cosmética".