El opositor venezolano Sergio Garrido arrebató al oficialismo la Gobernación del estado Barinas, cuna de Hugo Chávez, al ganar las elecciones regionales de este domingo, que se repitieron por orden del Supremo, que anuló los resultados de los comicios del pasado 21 de noviembre, en los que ya había vencido, por un estrecho margen, el antichavismo.
"Barinas querida, la información que recibimos de nuestras estructuras del Psuv, indican que, no hemos logrado el objetivo. Agradezco de corazón a nuestra heroica militancia. Seguiremos protegiendo al pueblo barinés desde todos los espacios", escribió Arreaza en su cuenta de Twitter, antes de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) diera los resultados.
Horas después, el CNE despejó cualquier incógnita al ratificar el holgado triunfo de Garrido, con un 55,36% de los votos a su favor, frente al 41,27 % que obtuvo Arreaza, mientras el resto de sufragios se los repartieron los opositores minoritarios.
Con la Gobernación de la cuna de Chávez ya adjudicada, el ministro de Comunicación, Freddy Ñáñez, explicó que "la oposición ganaría con Barinas cuatro de las 23 gobernaciones del país", mientras que el oficialismo se queda con 19 y Caracas, que cuenta con un estatus especial.
Garrido se enfrentó al excanciller y exyerno de Chávez, en un estado que, desde el año 1998, estuvo gobernado por familiares directos del que fue el presidente de Venezuela desde 1999 hasta 2013, convirtiendo a Barinas en un feudo que parecía intocable hasta hace poco más de un mes y medio, y que hoy reafirmó su voluntad de cambio.
Ya el pasado 21 de noviembre, el aspirante opositor Freddy Superlano ganó, por un margen muy inferior al obtenido hoy -menos del 1 %-, al candidato oficialista de entonces, Freddy Superlano. Pero el Supremo alegó que el antichavista se presentó en la contienda pese a estar inhabilitado.
Tras la orden de repetición de los comicios, Superlano anunció que su esposa, Aurora Silva, sería la candidata, pero el alto tribunal también anunció su inhabilitación, así como la de la segunda opción -Julio César Reyes- por lo que finalmente fue escogido Garrido, quien había resultado elegido como concejal en las elecciones locales.
Celebración adelantada
En el comando de campaña del bloque antichavista en Barinas celebraban una anticipada victoria desde finales de la tarde, que se intensificó luego de que Arreaza reconociera la derrota, según pudo constatar el equipo de Efe en el lugar. Los opositores celebraron al grito de "sí se pudo" y con la entonación del himno nacional y el del estado Barinas.
"Hemos cometido errores, hemos tenido altos y bajos pero Barinas hoy le da un ejemplo al mundo sobre cómo nos podemos recuperar, como podemos ponernos de pie y hacerlo en unidad", expresó Superlano en una rueda de prensa.
Garrido, por su parte, celebró el triunfo "del pueblo barinés" y de la "fuerza democrática, de la oposición barinesa".
"Quiero comenzar agradeciendo, primero, a estas instituciones que demostraron hoy paz, tranquilidad, como son las Fuerzas Armadas nacionales, que se portaron a la altura, institucionalmente. También al CNE, a la Junta Electoral Regional que de igual manera se portaron institucionalmente", expresó Garrido.
Mientras el gobernador electo celebraba la victoria, el comando de la campaña opositora se fue llenando de seguidores que llegaron a felicitarlo por su triunfo, igual que lo hacían decenas de ciudadanos que festejaron desde sus vehículos con toques de bocina, tal y como constató Efe.
El intento chavista
En las semanas previas a la repetición de las elecciones, las instituciones del Estado venezolano pusieron mayor atención a Barinas al enviar camiones cargados de combustible, un bien preciado en la región donde se pueden pasar hasta dos días para repostar, y vehículos transportando agua.
Igualmente, a la región llegó la dirección nacional del Partido Socialista Unido de Venezuela, gobernadores de otras regiones del país, ministros y directores de organismos como el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
Sin embargo, esto parece no haber sido suficiente para que el chavismo mantuviera el estado Barinas, recordado siempre como la cuna del presidente fallecido Hugo Chávez, que ratificó por segunda vez, en poco más de un mes, que quiere un cambio.