Este lunes Daniel Ortega tomó posesión como presidente de Nicaragua. Se trata de su quinto mandato, el cuarto consecutivo y la segunda vez que gobernará junto a su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta.
Con todos sus opositores fuera de juego o detenidos y el poder creciente de su esposa en el Gobierno, en Nicaragua ya existe lo que los observadores califican como un régimen no democrático. Guillermo Ortiz lo explicaba en EL ESPAÑOL | Porfolio señalando que Ortega y Murillo ya son considerados los 'Ceaucescu' de Nicaragua.
El proceso electoral fue "un fraude" según la comunidad internacional. La Organización de los Estados Americanos (OEA), la Unión Europea (UE), y diversos países, mostraron sus reservas sobre la legitimidad de los resultados.
Todo eso conllevó que este lunes, Daniel Ortega, fuera boicoteado por la mayoría de los países del contienente americano. Sólo acudieron Nicolás Maduro, presidente de Venezuela, el de Cuba, Miguel Díaz-Canel, y el de Honduras, Juan Orlando Hernández. Aunque Argentina también envió a su embajador, Daniel Capitanich, en representación.
A ellos se sumaron representates de otros países pero ya fuera del continente. China, Rusia e Irán no faltaron a la cita. Y aquí está lo llamativo. ¿A quién envió Irán a la cita? A su vicepresidente de Asuntos Económicos, Mohsen Rezai. ¿Y quién es Mohsen Rezai?
Uno de los imputados por la Justicia argentina por el atentado de 1994 contra la mutua judía AMIA de Buenos Aires, que dejó 85 muertos y sigue impune. Por eso Argentina expresó este martes su "más enérgica condena" a la presencia de Rezai en la toma de posesión de Ortega.
"La República Argentina expresa su más enérgica condena a la presencia de Mohsen Rezai en el acto de toma de posesión del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega", señala un comunicado emitido por la Cancillería del país sudamericano.
Mohsen Rezai tuvo una participación clave en la toma de decisión y en la planificación de un atentado que tuvo lugar en Argentina en 1994
Mohsen Rezai es vicepresidente de Asuntos Económicos de la República Islámica de Irán y su presencia en Managua constituye para el Gobierno de Alberto Fernández "una afrenta a la justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), cometido el 18 de julio de 1994".
"El Gobierno argentino exige una vez más al Gobierno de Irán la cooperación de manera plena con la Justicia argentina, permitiendo que las personas que han sido acusadas de participar del atentado contra la AMIA sean juzgadas por los tribunales competentes", agrega el texto.
Otras fuentes de la Cancillería confirmaron a Efe que el embajador argentino en Nicaragua, Daniel Capitanich, representante del país en la jura de Ortega, va a mandar un cable diplomático para confirmar lo que ya transmitió por teléfono este martes a sus superiores jerárquicos: que "nunca se cruzó, ni saludó, ni sabía que estaba el iraní en el evento".
"Afrenta" a las víctimas
Ya en agosto pasado, el Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto argentino emitió otro comunicado en el que condenaba la decisión del Gobierno de Irán de designar para altos cargos ejecutivos a dos personas requeridas por la Justicia argentina por el atentado contra la AMIA: Mohsen Rezai como vicepresidente de Asuntos Económicos y Ahmad Vahidi para comandar el Ministerio del Interior.
En ese momento, Argentina recalcó que ambos casos constituyen una "afrenta" a la Justicia y a las víctimas del "brutal atentado terrorista" contra la mutualista.
Sobre ambos se afirmaba que son objeto de reclamo por parte de Argentina por haber tenido una "participación clave en la toma de decisión y en la planificación del atentado" contra la AMIA y pesan órdenes de captura internacional de Interpol.
Tanto la comunidad judía en Argentina como la Justicia responsabilizan del ataque a la AMIA, mayor atentado cometido en suelo argentino, a miembros del Gobierno iraní de ese entonces y del partido libanés Hizbulá, aunque ninguno de esos imputados pudieron ser nunca detenidos.
Difícil relación con Nicaragua
Esta situación se da después de que Argentina asumiera el viernes pasado la presidencia pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), mecanismo que integran una treintena de países de América, entre ellos Nicaragua.
Argentina criticó hace unos meses la detención de políticos opositores nicaragüenses
El país rioplatense era el único candidato para presidir el grupo y finalmente logró ser elegido por consenso después de que en la cumbre de presidentes celebrada en 2021 en México no lograra el apoyo necesario por la negativa de Nicaragua.
Nicaragua había rechazado apoyar a Argentina al acusarla de haberse convertido en un "instrumento del imperialismo norteamericano", tras las críticas que el Gobierno de Fernández había hecho el año pasado a la detención de políticos opositores nicaragüenses.
Sin embargo, tras meses de negociaciones por parte de Argentina para lograr los apoyos necesarios, Nicaragua superó sus reticencias y finalmente el viernes pasado votó a su favor.