El presidente de Perú, Pedro Castillo, ha superado este martes una moción de vacancia (la destitución) en el Congreso, apenas ocho meses después de asumir el poder. Castillo se jugaba el cargo por "incapacidad moral", pero lo mantendrá gracias a 55 votos a favor, 54 en contra y 19 abstenciones. Hacía falta un respaldo a la moción de dos terceras partes de la cámara.
La votación se produjo tras más de diez horas de pleno, que comenzó con una exposición de Castillo en la que aseguró que no existen hechos "que ameriten" que proceda la moción presentada por la oposición. El presidente dijo que acudía ante el Congreso para "mostrar máximo respeto por el estado constitucional", pero que su lucha "no es el apego al poder, que es temporal", sino "servir al país".
La moción incluía 20 puntos de acusación en los que figuraban denuncias de presunta corrupción, la designación de personajes polémicos en ministerios y altos cargos públicos, así como una supuesta falta de capacidad para ejercer la jefatura del Estado.
Ya durante el debate, los promotores de la moción, entre ellos el congresista Jorge Montoya, del partido ultraderechista Renovación Popular, adelantaron que era poco probable que se alcanzaran los 87 votos que necesitaban para echar a Castillo.
Tras la votación que confirmó esa decisión, Montoya dijo que van "a seguir trabajando como siempre, mirando al futuro" y que el Gobierno "tiene que tomar acción" porque esta moción ha sido "un llamado de atención" al Ejecutivo.
Por su parte, el portavoz de la bancada del partido oficialista Perú Libre, Waldemar Cerrón, declaró que la voz del Congreso "hoy día ha dicho no a la vacancia, porque se tiene que defender la democracia". "La gobernabilidad de nuestro país está garantizada", remarcó.
Con la decisión tomada este lunes por el Congreso, Castillo supera la segunda moción de destitución presentada en su contra por la oposición política, la primera de las cuales no llegó a debatirse.