Por fortuna solo eran tres metros de altura. Un puente recién inaugurado este miércoles en el Parque Barranca de Amanalco, en Cuernavaca, México, ha colapsado cuando lo cruzaban decenas de personas.
Solo hay que lamentar heridos, según las autoridades en torno a 20, y no de gravedad, entre ellos el alcalde de Cuernavaca, José Luis Urióstegui, su mujer y funcionarios de su gabinete.
El accidente se ha debido al exceso de peso. Lo transitaba gran número de personas y algunas de ellas estaban dando saltos sobre la estructura mientras la cruzaban las autoridades, que señalan a estos imprudentes.
En redes sociales circulan incluso imágenes en las que se señala a una de las personas sobre el puente, vestida de negro, como responsable. Tras uno de sus saltos, todos acaban en el suelo, sobre las rocas.
Urióstegui ha cargado contra los "imprudentes" que han comprometido la integridad del resto si bien es consciente de que el suceso no debiera haberse producido, por lo que ingernieros ya evalúan qué ha podido ocurrir.
Los expertos preguntados por la prensa local lo tienen claro: los saltos, si bien mejor evitarlos, no deben ser en caso alguno suficientes para hacer caer un puente.