La redada policial que se llevó a cabo este jueves en una favela de Río de Janeiro ha causado hasta el momento 18 muertos, según confirmaron las autoridades brasileñas en una rueda de prensa. Se trata de la tercera operación más letal en Río de Janeiro en menos de 14 meses.
En un primer anuncio, sólo se había oficializado la muerte de cinco personas: una mujer de 50 años, vecina del lugar y que según sus familiares murió dentro de un carro por una bala perdida, un cabo de la Policía Militarizada y tres sospechosos. Pero más tarde representantes de las policías Civil y Militarizada de Río señalaron que 16 sospechosos más murieron durante el operativo.
La Defensoría Pública de Río de Janeiro señaló en un comunicado que sigue con atención el caso, que se trataría de una de las acciones policiales más letales de Río y en la que hay indicios de "graves violaciones a los derechos humanos".
La acción, que tuvo lugar en el complejo de "Alemão", un deprimido conglomerado de favelas, en el norte de Río, buscaba dar con los miembros de una banda dedicada al robo de automóviles y vehículos de carga y al asalto de bancos. En ella participaron cerca de 400 agentes apoyados por cuatro aeronaves y 10 vehículos blindados, que según indicaron las autoridades, "fueron atacados a balazos en diferentes puntos".
Desde el inicio de la tarde, testigos ya hablaban de un número mayor de muertos y publicaron videos y fotografías en las redes sociales que mostraban como varios cuerpos envueltos en sábanas eran cargados por vecinos. No obstante, sólo hasta entrada la noche las autoridades confirmaron que casi una veintena de personas había fallecido.
La magnitud de los hechos prendió las alertas de la Defensoría Pública y otras organizaciones defensoras de derechos humanos que acompañan "con preocupación" los hechos.
No es la primera vez que este tipo de acciones policiales deja un saldo tan alto de muertos. Hace dos meses, 25 personas murieron en una acción en Vila Cruzeiro, y en mayo del año pasado se registró la más letal en la historia de Río, con 28 fallecidos en la comunidad de Jacarezinho.
Según la Defensoría de Río, los hechos ocurridos este jueves se asemejan a los que sucedieron hace poco más de un año en Jacarezinho, donde también murió un uniformado en medio del operativo. Durante la rueda de prensa, la Policía señaló que los hechos ocurridos este jueves serán investigados, pero dejo claro que los delincuentes utilizan personas que alientan a que se den ese tipo de situaciones.
"Es evidente que si hay críticas y denuncias sobre la actuación policial, se investigarán, pero lo que estamos diciendo es que los delincuentes están obligando a parte de la población a causar desorden durante la actuación policial", dijo Fabrício Oliveira, de la Policía Civil.
Las acciones de los uniformados fueron aplaudidas por el Gobierno de Río de Janeiro y el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quienes lamentaron la muerte del cabo de la Policía. En su transmisión semanal vía redes sociales, Bolsonaro, un capitán retirado del Ejército, también cargó contra la Corte Suprema por un fallo que restringió las acciones policiales en las favelas de Río durante la pandemia de covid-19.
"Cuanto más protegidos, más están armados (los grupos criminales)", denunció el mandatario ultraderechista.
Los enfrentamientos entre la Policía y grupos criminales que disputan el control del tráfico de drogas son frecuentes en las áreas más empobrecidas de Río de Janeiro, castigadas por la violencia. Datos del Anuario de Seguridad Publica indican que en 2021 más de 6.100 personas murieron a manos de la Policía.