Desde que el Tribunal Supremo de Estados Unidos derogó en junio la sentencia del famoso caso Roe contra Wade, eliminando así la protección constitucional al derecho al aborto en el país, diez estados han aplicado la prohibición dentro de sus fronteras. Otros seis han puesto restricciones y al menos ocho planean hacerlo próximamente.
Son en su totalidad estados rojos (de tradición republicana), como Texas, Oklahoma o Luisiana, que abrazaron la resolución del Supremo, uno de los más conservadores y radicales de los últimos años, en cuanto salió a la luz.
Este martes, sin embargo, un estado conservador se ha convertido contra todo pronóstico en un referente en la lucha por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. Se trata del estado de Kansas, donde los ciudadanos han votado a favor de mantener la protección al derecho al aborto -tal y como ya establece la Constitución del Estado- en un referéndum celebrado junto a las primarias.
Así, con un 58% frente a un 41% y una participación histórica (según los recuentos locales), los votantes han rechazado la medida propuesta por los legisladores republicanos, que dominan el Congreso y el Senado, para cambiar la legislación.
No es la primera vez que los gobernadores federales tratan de aplastar las normativas que permiten abortar en Kansas. Ya lo intentaron en 2013 y en 2015, y lograron una victoria relativa: consiguieron que se considerase ilegal la interrupción del embarazo en el segundo trimestre de gestación.
Sin embargo, en 2019, el Supremo anuló esta medida. Dictaminó que el apartado de la Constitución estatal donde se recogen los "derechos naturales iguales e inalienables" incluye "la capacidad de controlar el propio cuerpo" y, por tanto, protege el derecho al aborto.
Con ese fallo, el poder judicial complicó a los prohibicionistas que activaran cualquier maquinaria legislativa para restringir el derecho al aborto sin antes cambiar la Constitución. Y mantener esa condición es precisamente lo que han votado los ciudadanos de Kansas en estos comicios.
Votantes vs Gobernadores
En la era post Roe contra Wade, los estados se encuentran inmersos en una disputa legal entre quienes quieren proteger este derecho y quienes pretenden acabar con él. Por eso el referéndum de Kansas, el primero que se realiza sobre el aborto, ha sentado un precedente: han sido los votantes (y no los gobernantes) quienes han tomado la decisión.
Y es que pese a tener una gobernadora demócrata, Laura Kelly, el partido conservador es quien controla oficinas claves, como la de fiscal general o la del secretario de estado. Además, la tradición conservadora está tan arraigada en la región que, en las dos últimas elecciones, Donald Trump consiguió el 56% de las papeletas de este estado.
En la misma línea, al menos cuatro grandes estados planean llevar a las urnas el futuro de la ley sobre el aborto. Es el caso de Vermont, Nevada o California, donde el próximo otoño los votantes deberán decidir si la Constitución estatal debe añadir o no una enmienda para proteger el derecho a interrumpir la gestación.
Además, el referéndum abre la puerta a que tanto aquellos a favor como aquellos en contra, recojan firmas y consigan llevar la decisión a las urnas. Lo están haciendo ya en estados como Michigan y Montana. Eso sí, presentar las propuestas de aborto directamente a los votantes es una batalla política relativamente nueva, por lo que es imposible predecir cuáles serán los resultados.
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Un refugio para el aborto
Tras la votación popular, Kansas se ha convertido en una suerte de refugio para esos millones de mujeres que han perdido o perderán el acceso a esta práctica médica en sus estados.
Sobre todo para aquellas que viven en el Medio Oeste (en el centro-norte del país), una región donde pronto podría ser casi imposible abortar. Poco después de que la Corte Suprema retirarse la protección a este derecho, la mayoría de estados limítrofes con Kansas intentaron prohibir el aborto. Algunos, como Misuri y Oklahoma, lo lograron casi de inmediato, mientras que Nebraska va camino de conseguirlo.
En los últimos meses, Kansas ha recibido pacientes de estados fronterizos que prohíben abortar
Así Kansas seguirá, como ha hecho en los últimos meses, recibiendo pacientes de otros estados donde está prohibida o restringida la interrupción voluntaria del embarazo. Y todo apunta a que seguirán llegando en los próximos meses.
Ayudas para viajar
El presidente de EEUU, Joe Biden, ha anunciado este mismo miércoles que firmará una orden ejecutiva para que el Departamento de Salud y Servicios Humanos permita el uso de fondos de Medicaid (el programa de seguros federal y estatal) para apoyar a las mujeres de bajos ingresos que se ven obligadas a viajar fuera de su estado para recibir esta intervención médica.
Hace un mes, Biden ya solicitó al mismo departamento expandir el acceso al aborto con medicamentos y asegurar a las mujeres que viajan. Sin embargo, la Enmienda Hyde, aprobada por el Congreso, impide que Medicaid pague un aborto a menos que la vida de la mujer esté en peligro o el embarazo sea el resultado de una violación o incesto.