Ni la propia noche del domingo ni tampoco ayer lunes. Jair Bolsonaro ha aguardado hasta la tarde noche de este martes 1 de noviembre para dirigirse a la nación tras su derrota electoral frente a Lula da Silva.
De este modo, el todavía presidente de Brasil ha reconocido los resultados de los comicios del pasado domingo, no obstante, ha evitado aludir textualmente a la victoria de Lula , apuntillando que "seguirá siendo fiel a la Constitución". En este sentido, tampoco ha felicitado a este por su victoria.
Tras la declaración de Bolsonaro, el ministro de la Presidencia, Ciro Nogueira, quien es responsable en el Gobierno por el proceso de transición, sí se refirió a Lula como "presidente electo".
Además, Jair Bolsonaro, ha acudido a la sede del Tribunal Supremo de Brasil en donde ha confirmado a los jueces que las elecciones "terminaron". "El presidente de la República ha usado el verbo terminar en tiempo pasado, ha dicho terminó. Por tanto, hay que mirar hacia adelante", ha confirmado el juez del Supremo Luiz Edson Fachin, informa el portal G1.
Desde que terminase el recuento electoral, los incidentes, tales como cortes de carreteras y manifestaciones, se han sucedido en la mayoría de los estados de Brasil. En algunos enclaves, como Sao Paulo, la policía militar ha ordenado a los antidisturbios que garanticen la normalidad de tránsito en las vías, dispersando a los manifestantes que se encuentran cortando las mismas. En Novo Hamburgo, los agentes se han visto obligados al uso de pelotas de goma y gases lacrimógenos para dispersar a la multitud congregada en torno a la autopista.
"Los movimientos populares son fruto de indignación y sentimiento de injusticia de cómo se dio el proceso electoral", afirmó el líder ultraderechista en relación a los citados incidentes.
Tras esta intervención, se espera que los camioneros que bloquean las principales vías del país cesen sus protestas. El sector del transporte -que se ha beneficiado de la reducción de los costes del gasóleo por parte de Bolsonaro- es uno de los principales grupos de interés del presidente, detalla Reuters.
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El caos no solo se ha extendido al tráfico terrestre, dado que también en varios aeropuertos nacionales se han visto obligados a cancelar vuelos, denuncian los medios locales. En este sentido, la falta de camioneros está provocando escasez de combustible en algunas instalaciones.
La principal vía de acceso al aeropuerto internacional de Guarulhos en Sao Paulo, el más concurrido del país, fue bloqueada temporalmente por decenas de manifestantes y, en consecuencia, 25 vuelos fueron cancelados.
Según publica el diario brasileño O Globo, los militares muestran confianza en que la Policía Federal de Caminos lleve a cabo las gestiones necesarias para la "liberación pacífica" de las vías.
El triunfo de Lula ha sido reconocido por todas las instituciones del país, por todos los partidos, entidades empresariales y por más de un centenar de gobernantes extranjeros, que han felicitado al líder progresista o hasta ya han conversado con él por teléfono, informa Efe.