La hispana Cortez Masto logra el escaño de Nevada que otorga el control del Senado a los demócratas

El sábado el presidente Joe Biden sumaba su cuadragésimo noveno asiento en la Cámara Alta tras teñir de azul Arizona. La victoria de Mark Kelly sobre Blake Masters empató el recuento a 49. Y ahora Cortez Masto lo ha decantado finalmente a favor de los demócratas.

La segunda vuelta de los comicios en Georgia, que se celebrará el 6 de diciembre, decidirá qué partido obtendrá el último escaño de estas Midterm.

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Aunque a diferencia de a los republicanos, el empate le vale a Biden para agenciarse el control del Senado. El voto de calidad de su vicepresidenta, Kamala Harris, es más que suficiente. Es decir, siempre que una norma llegue fuera del consenso bipartidista a su trámite en esta Cámara, Biden saldría victorioso.

La victoria en Nevada es un doble subidón de moral para la administración Biden. Además de tomar una bocanada de aire de cara a los dos cursos que aún quedan para las presidenciales, el resultado le permite asestar un golpe directo a Donald Trump. Laxalt, el candidato republicano en Nevada, es uno de los miembros más duros del ala conservadora del partido. De hecho, fue uno de los principales instigadores de las acusaciones de fraude en 2020 junto al propio Trump. Su derrota, junto con los malos resultados en otros estados clave y los buenos números de DeSantis en Florida, puede precipitar la caída del exmandatario en su carrera a las presidenciales de 2024.

Contrario al derecho al aborto, culpabiliza a los inmigrantes de una invasión que, dice, “hay que frenar”. Durante su etapa como fiscal general de Nevada también desafió leyes federales relativas al cambio climático. En este sentido, se opuso a la investigación de la empresa ExxonMobil, acusada, entre otras cosas, de financiar organizaciones opuestas al protocolo de Kioto.

Por su parte, Catherine Cortez Masto, ha mostrado un perfil ideológico completamente opuesto al ideario de su oponente. Ha promovido la creación de empleos verdes y considera que el Gobierno Federal debe limitar la emisión de gases de efecto invernadero. En 2019, fue una de las 34 senadoras que rubricaron un escrito dirigido a Trump por el que solicitaban reabrir las conversaciones con países como El Salvador, Guatemala y Honduras. Está a favor de la regulación en materia de tenencia de armas y también del Obamacare.