Un grupo de seguidores de Jair Bolsonaro se han reunido frente al Comando Militar Sur en la ciudad brasileña de Porto Alegre para pedir ayuda a los extraterrestres para "salvar Brasil" de Lula Da Silva, que ganó las elecciones el pasado 30 de octubre.
Este grupo salió a la calle este domingo con sus teléfonos móviles sobre sus cabezas y encendieron las linternas, a modo de señal luminosa para llamar la atención de los extraterrestres y pedirles ayuda para evitar que Lula Da Silva tome posesión de su cargo como presidente de Brasil el próximo 1 de enero.
En varios vídeos publicados en las redes sociales se ve cómo más de medio centenar de personas se colocan en círculo con camisetas y banderas de Brasil y sostienen con una mano su teléfono móvil sobre su cabeza y con la otra tapan y destapan la luz para hacer señales al más allá. "Míranos… ¡Míranos, general!", dice una de las asistentes. "SOS", dice otra mujer.
Este grupo de personas se reunió este domingo frente al Comando Miltar Sur después de que el pasado 6 de noviembre varios ciudadanos de Porto Alegre vieran objetos voladores no identificados en el cielo. Algunos de ellos eran seguidores de Bolsonaro y aseguraron que eran extraterrestres "para salvar Brasil" de la llegada de Lula Da Silva.
Lula Da Silva, operado
Estas imágenes de los seguidores de Bolsonaro tuvieron lugar el mismo día en el que el presidente electo de Brasil estuvo hospitalizado para una leucoplasia, una lesión en la laringe, que le fue detectada en un examen realizado hace días.
Lula Da Silva, de 77 años, recibió el alta en la mañana de este lunes y tras regresar a casa, afirmó que "está todo resuelto". "Buenos días. Ya en casa, después de un pequeño procedimiento ayer. Todo resuelto y bien. Buena semana para todos", dijo Lula en su cuenta de Twitter.
Los exámenes realizados descubrieron una pequeña área de leucoplasia en las cuerdas vocales, así como alteraciones inflamatorias como resultado del esfuerzo vocal que Lula realizó durante la campaña electoral para los comicios del pasado 30 de octubre, en los que derrotó a Jair Bolsonaro.
Esas pruebas médicas siguieron mostrando la completa remisión del tumor de laringe que le fue diagnosticado a Lula en 2011, que lo obligó a someterse a varias sesiones de quimioterapia.