El gobernador republicano de Virginia Glenn Youngkin lleva tiempo intentando conseguir ilegalizar el aborto a partir de las 15 semanas, sin conseguirlo. Ahora ha dado un paso importante para la consecución de sus objetivos al bloquear un proyecto de ley que pretendía prohibir a la policía solicitar historias menstruales. El fin de Youngkin con esto sería vigilar y perseguir a las mujeres del estado que abortasen superadas las 15 semanas.
En junio de 2022 el Tribunal Supremo dictaminó en contra de la Jackson Women's Health, una clínica de Dobbs (Misisipi) que practicaba interrupciones de embarazo. Tras aquello, y a pesar de la fuerte reacción social que generó la sentencia, el Partido Republicano ha prohibido el aborto en otros estados como Alabama, Oklahoma o Virginia Occidental. Sin embargo, a Youngkin se le resiste Virginia.
Recientemente, el Partido Demócrata había intentado revertir la situación del estado, que parece encaminado hacia la prohibición del aborto, impulsando un proyecto de ley que había sido aprobado en el Senado estatal, donde tiene mayoría, pero que también había sido apoyado por la mitad de los senadores republicanos.
Dicho proyecto tenía como objetivo prohibir las órdenes de registro de datos menstruales mediante aplicaciones de seguimiento. Es decir, que la monitorización de la menstruación se considerase allanamiento.
Sin embargo, el gobernador republicano Youngkin ha bloqueado el proyecto, frustrando así a los demócratas y a las mujeres del estado. De esta forma, los juzgados podrían emitir órdenes de registro de datos menstruales almacenados en aplicaciones de seguimiento de teléfonos móviles u otros dispositivos electrónicos. Con estas órdenes la policía podría obtener por la fuerza los historiales menstruales de las mujeres.
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El Partido Demócrata se teme que esta información sanitaria privada pueda ser utilizada en procesos judiciales donde se juzgue a mujeres que hayan violado cualquier en relación con el aborto.
La manera que ha tenido Youngkin de acabar con este proyecto de ley ha sido a través de una medida de procedimiento en un subcomité de la Cámara de Representantes, pues esta sí permanece controlada por los republicanos.
En manos de los jueces
Con esta decisión, la ley deja en manos de los jueces que pueda llevarse a cabo una persecución de este calado contra las mujeres sospechosas de haber interrumpido su embarazo.
Maggie Cleary, vicesecretaria de Seguridad Pública en Virginia, evitó el debate sobre el derecho a la privacidad y dijo al subcomité de tribunales de Justicia que la administración de Youngkin no iba a hacerse responsable de cualquier tipo de restricción del alcance de las órdenes de registro.
"Si bien la administración entiende la importancia de la privacidad de las personas, este proyecto de ley sería el primero de este tipo que yo conozca, en Virginia o en cualquier otro lugar, que establecería un límite a lo que las órdenes de registro pueden hacer", dijo al 'Washington Post'.
"En la actualidad, cualquier información sobre salud o sobre aplicaciones está disponible mediante una orden de registro. Y creemos que así debe seguir siendo", zanjó Cleary.
Youngkin es conocido por ser un ferviente prohibicionista del aborto a partir de la semana 15, con algunas excepciones. Pero, como sus esfuerzos por aprobar su legislación no han fructificado, el Partido Demócrata cree que está intentando alcanzar sus objetivos por otras vías. Aquí se enmarcaría el bloqueo al proyecto ley.
"La oposición de la administración Youngkin a esta medida de protección de la privacidad de sentido común muestra sus verdaderas intenciones, prohibir el aborto y criminalizar a los pacientes y proveedores médicos", dijo Tarina Keene, directora ejecutiva de Repro Rising Virginia, a 'The Guardian'.
Uno de los motivos por los que Youngkin no ha podido sacar adelante su ley de prohibir el aborto es porque nueve de los senadores republicanos no están de acuerdo con esta reducción de derechos de las mujeres. El Partido Republicano está intentando hacerles cambiar de idea y generar unidad en el seno del partido.
Siobhan Dunnavant, una de las senadoras republicanas que había votado a favor del proyecto ley presentado por los demócratas, doctora en obstetricia y ginecología, consideró que la propuesta de Youngkin de las 15 semanas era "extremo" y que no podía apoyarlo. Asimismo, se muestra partidaria de que se mantengan las 27 semanas que marca la legislación vigente de Virginia.