En su primera visita de Estado a España Gustavo Petro (1960, Ciénaga de Oro, Córdoba, Colombia) ha sido recibido por todos los grupos parlamentarios salvo Vox, que se ha referido al presidente colombiano como "terrorista no arrepentido". Petro tiene en su agenda la firma acuerdos de cooperación y la celebración de numerosas reuniones de primer nivel: varias con los reyes y con el presidente del Gobierno, además de un encuentro con la CEOE, entre otros.
Cuando Gustavo Petro ganó la segunda vuelta de las elecciones presidenciales a mediados del 2022, muchos analistas confirmaron sus sospechas de que representaba el hartazgo de la sociedad colombiana respecto a la política tradicionalista.
Economista por la Universidad Externado de Colombia, su trayectoria política no se resume en un puñado de cargos públicos convencionales, sino que el otrora militante de la guerrilla del M-19 (Eme) realizó el tránsito de una vida guerrillera a la legalidad institucional. Petro ha intentado ser presidente de Colombia en tres ocasiones, en 2010, 2018 y en 2022: a la tercera fue la vencida.
El pasado guerrillero de Gustavo Petro en el M-19
Para muchos es un estigma que Gustavo Petro fuera miembro del M-19 desde sus 18 años, un grupo guerrillero desmovilizado en 1990 pero que participó en uno de los episodios violentos más trágicos de la historia del país latinoamericano. El M-19 era parte de la segunda ola de movimientos guerrilleros en el país, que creció en toda la región en la década de 1970 al calor de la Revolución Cubana. De corte socialista, diferente de la concepción comunista de otras guerrillas como las FARC, se reprodujo en una época convulsa para Colombia y toda América Latina. El M-19 surgió en respuesta al supuesto robo de las elecciones en las que perdió el dictador Gustavo Rojas Pinilla y ganó el conservador Misael Pastrana en 1970.
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Petro, hijo del Caribe caribeño, llegó muy joven a Zipaquirá, un municipio a unos 45 kilómetros al norte de Bogotá donde empezó su trabajo en lo público como concejal municipal. A sus 21 años seguía dando pasos como militante clandestino de la guerrilla urbana del M-19. Afirmó en una entrevista que una de las razones por las que "muchos jóvenes se levantaron en armas" era el continuo estado de sitio en el que vivía Colombia desde hacía años, con un estilo de Gobierno "que recordaba a las dictaduras militares del Cono Sur": Uruguay, Chile, Argentina, Brasil y Paraguay.
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Ciertamente, la figura del "estado de sitio" fue empleada efusivamente en Colombia entre 1949 y 1978 mientras la violencia se desataba en las calles con resultados catastróficos y heridas que perduran hasta el día de hoy. Cuando la presencia activa de varias guerrillas en 1984 puso en jaque al Gobierno de Belisario Betancourt tras decretar un nuevo estado de sitio, el M-19 hizo su primer amago para abrirse a un proceso de paz. En aquel año, Petro aceptó ser militante del M-19 tras la firma de los acuerdos de paz con el Gobierno de Betancourt y pasó un año y medio en prisión por orden de la justicia penal militar, sin proceso judicial.
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Entre las acciones del M-19 resaltan la toma de la embajada de República Dominicana en 1980, el robo de armas a la fortaleza militar de Cantón Norte a través de un túnel, o, como acto "simbólico", dijo Petro alguna vez, el robo de la espada de Bolívar para devolverla en 1991: "¿De quién era la espada? Ni más ni menos que del pueblo. Y estaba realmente secuestrada".
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El pasado revolucionario de Petro nunca ha abandonado el centro de la diana de las críticas de sus principales adversarios políticos. Su tránsito a la legalidad institucional a través del acuerdo de paz, en los gobiernos de Virgilio Barco y César Gaviria que derivaron en la Asamblea Nacional Constituyente de 1991, lo han llevado a competir como candidato en diferentes procesos electorales hasta convertirse en el primer presidente de izquierdas de Colombia.
La trayectoria política de Gustavo Petro
Tras su etapa como concejal de Zipaquirá ocupó cargos públicos en Cundinamarca y en los 90 cofundó la Alianza Democrática M-19: partido político que participó en la redacción de la nueva Constitución Política. En las elecciones de 1991 fue elegido curul (diputado) de la Cámara de Representantes como parte de las listas de la Alianza Democrática M-19.
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Ya en 1997 ascendió internamente para convertirse en el candidato de la Alianza Democrática M-19 a la Alcaldía de Bogotá, pero debió esperar unos años para hacerse con el mando de la ciudad. En 1998 regresó a la Cámara de Representantes por el Movimiento Vía Alterna, reeditando su buen resultado como curul en 2002.
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En aquellos años había participado en la conformación de una coalición con el Frente Social y Político, luego bautizado Polo Democrático Independiente, que después se uniría a la Alternativa Democrática de Carlos Gaviria Díaz. La fusión de partidos de izquierdas dio lugar a la formación del Polo Democrático Alternativo. En 2006 Gustavo Petro fue elegido senador, pero no fue hasta 2009 que decidió presentarse bajo sus siglas, desbancando mediante unas primarias al propio Gaviria. En las presidenciales que siguieron logró convertirse en el cuarto candidato más votado de los nueve que compitieron.
En 2011 se presentó por segunda vez, y definitiva, como candidato a la Alcaldía de Bogotá. Se erigió Alcalde Mayor de Bogotá para el periodo 2012-2015 con el lema de "Una Bogotá Humana". En 2017 conformó el movimiento político de centroizquierda Colombia Humana que desde el principio propuso el cumplimiento de los derechos humanos, el cuidado del medioambiente, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y la modernización agraria, entre otros motivos.
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En 2021, Colombia Humana, la Unión Patriótica-Partido Comunista, Polo Democrático Alternativo, Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS), el Partido del Trabajo de Colombia, Unidad Democrática y Todos Somos Colombia se unieron para formar una gran coalición progresista y de izquierda, el Pacto Histórico, que participó por primera vez en las elecciones legislativas de 2022. Sumado a sus exitosas interpelaciones a las organizaciones sociales, feministas, afrodescendientes, campesinas, indígenas y a las clases medias, todos ellos descontentos en el contexto del Paro Nacional, llevaron a Gustavo Petro a la Presidencia y a Francia Márquez a la Vicepresidencia de Colombia.
Vox dice de Gustavo Petro que es "el Otegi colombiano, un terrorista"
Pese a las incontables y profundas diferencias que hay entre Arnaldo Otegi y Gustavo Petro, los de Santiago Abascal han querido hacer este paralelismo al tiempo que optaban por hacer plantón al presidente colombiano a su llegada al Congreso de los Diputados. Las relaciones del partido de ultraderecha con el Gobierno de Colombia han cambiado desde que Iván Duque debió abandonar la Casa de Nariño que ahora ocupa Petro.
De hecho, el partido de Abascal celebró a comienzos del 2022 en Bogotá el primer Foro de Madrid, una estructura auspiciada por la fundación Disenso, think tank de cabecera de Vox, para trazar alianzas de extrema derecha y derecha radical a ambos lados del Atlántico. En aquel encuentro participaron el expresidente colombiano Álvaro Uribe, un representante del PAN de México y el ministro de Exteriores del entonces presidente de Brasil Jair Bolsonaro. Todo ello, señaló el partido ultra en su programa, para hacer contrapeso al Foro de Sao Paulo y el Grupo de Puebla. Mientras el foro de ultraderecha se celebraba, Colombia estaba inmersa en la precampaña electoral y Gustavo Petro lideraba todas las encuestas.