El congresista del Partido Republicano, George Santos, ha sido imputado por el Departamento de Justicia de Estados Unidos tras revelarse todas las mentiras que él mismo se ha inventado sobre su historia laboral y financiero e, incluso, su identidad, lo que ha provocado que miembros de su partido se hayan alejado públicamente de él.
Aunque los cargos contra Santos, congresista por Nueva York, no se conocen todavía, la CNN ha informado que tanto el Departamento de Justicia como el FBI están trabajando de forma conjunta en la investigación.
El currículum con el que George Santos se presentó como candidato del Partido Republicano a las elecciones de mitad de mandato (midterms) de noviembre dejaban claro que él era la encarnación del sueño americano. Hijo de inmigrantes brasileños, judío y egresado en la Universidad de Baruch. Unos estudios que le catapultaron hasta Wall Street, donde trabajó para gigantes financieros como Goldman Sachs o Citigroup. Tiene además una cartera inmobiliaria familiar de una decena de propiedades y una organización benéfica de rescate de animales. Sin embargo, prácticamente todo es mentira.
Se espera que Santos acuda al distrito este de Nueva York, donde se investigará
el caso, este miércoles para escuchar los cargos que se le imputan, que podrían estar relacionados con falsedad en los documentos relativos a la financiación de sus campañas electorales o por falsificar su vida laboral para obtener un cargo público.
El pasado mes de marzo, el Comité de Ética de la Cámara de Representantes de Estados Unidos abrió una investigación después de que Santos admitiese haber mentido en su currículum antes de su elección a la Cámara en 2020. Además, numerosos miembros de su partido han pedido públicamente que renuncie a su escaño ante el escándalo.
Entre algunas de las acusaciones que se han vertido sobre él desde el inicio de su carrera política, estaría, siempre presuntamente, el infringir las leyes de financiación de campañas electorales, violar las leyes federales sobre conflictos de intereses, robar dinero destinado al perro moribundo de un veterano de la guerra de Irak, organizar una trama de fraude con tarjetas de crédito y mentir sobre dónde estudió y trabajó.
Entre las preguntas mentiras que han salido a la luz también estaría una falsa herencia judía vinculada al Holocausto y una madre que supuestamente había muerto en los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Aunque George Santos ha admitido que algunas de las informaciones sobre su carrera y su formación no son todas ciertas, continúa negando las acusaciones sobre delitos graves, por lo que se niega a dimitir.