El pasado martes 6 de junio, se descubrió a María Luisa Manríquez Anguiano, una exreina de belleza de México, sin vida en su hogar con signos de haber sido víctima de golpes. Esta trágica situación es otro ejemplo del peligro al que se enfrentan las mujeres mexicanas en un país que padece una alarmante tasa de feminicidios.
Manríquez, originaria de Guadalajara pero residente en Tijuana, tenía 44 años. Era madre de dos niños y una conocida empresaria y modelo que había ganado varias competiciones de belleza y representado a México en el certamen internacional de Belleza Marina en la República Dominicana.
Antes de ser hallada muerta, se había reportado su desaparición. Se vio por última vez a la modelo alrededor de las 7:00 de la mañana del 6 de junio, cuando llevaba a sus hijos a la escuela. Sus familiares y amigos comenzaron a difundir un cartel de "desaparecida" en redes sociales después de perder todo contacto con ella poco después.
Horas después, alrededor de las 17:00, se encontró su cuerpo dentro de su casa del callejón Casablanca. Las investigaciones revelaron que la mujer había sido golpeada y atacada con un arma punzocortante antes de que la escondieran en el baño, cubierta por ropa de modelaje.
La Fiscalía General de Baja California señala a Carlos Gómez, exmarido de Manríquez, como el principal sospechoso. Ambos habían firmado su divorcio un día antes y, según su familia, Manríquez había sufrido violencia doméstica por parte de Gómez en el pasado.
La prueba captada por las cámaras de seguridad respalda esta hipótesis. Los vídeos muestran a Gómez llegando en bicicleta a la casa de Manríquez alrededor de las 7:30 del mismo día de su muerte. Aproximadamente treinta minutos después, a las 8:00, las grabaciones registraron a Gómez colocando la bicicleta en la caja de una camioneta y dirigiéndose hacia una calle conocida como vía Rápida.
Según los informes de la Dirección de Bomberos de Tijuana, después de las 8:00 se produjo un accidente en la autopista en el que un conductor que conducía a alta velocidad chocó violentamente contra un muro. El vehículo prendió fuego y el hombre al volante, presuntamente Gómez, quedó atrapado en el vehículo. Debido a las graves quemaduras, no se pudo identificar el cuerpo, pero se confirmó que la camioneta estaba registrada a nombre de Manríquez.
La muerte de Manríquez ha tenido un impacto profundo en su familia, en sus amigos y en la comunidad de Tijuana, así como en aquellos que admiraban su carrera. Lamentablemente, el asesinato de una mujer a manos de su pareja no resulta sorprendente en el contexto mexicano.
Las estadísticas federales revelan una realidad alarmante en México, donde cada día se registra un promedio de diez mujeres o niñas asesinadas. Según indica un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), un porcentaje significativo de estos casos son perpetrados por sus parejas actuales o anteriores.
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El caso de Manríquez resalta aún más la gravedad del problema de la violencia doméstica y hacia las mujeres en México. A pesar de los esfuerzos realizados, la preocupante cifra de más de 1.000 feminicidios registrados en 2021 revela un aumento significativo en comparación con los datos de 2015. Estos números evidencian la insuficiente respuesta que se ha dado para abordar esta violencia, lo que deja a las mujeres viviendo con temor constante en su día a día.