El Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han declarado este viernes un alto el fuego bilateral, al cierre del tercer ciclo de unas conversaciones de paz celebradas en La Habana y promovidas por Entrará plenamente en vigor el 3 de agosto y durará 180 días.
Hasta entonces, se ha decretado un "período de ajuste" para este acuerdo "nacional", "bilateral" y "temporal". Durante una primera fase de alistamiento hasta el 6 de julio, se dará la orden de detener las ofensivas y se oficializará el 3 de agosto, según explicó la delegación del Gobierno de Gustavo Petro, después de la reunión este viernes con Antonio García, el primer comandante del ELN, la guerrilla más importante del país con frentes en más de 200 municipios.
La ONU y la Iglesia católica supervisarán el cumplimiento del cese el fuego, cuyos preparativos han comenzado este mismo viernes con la habilitación de un canal de comunicación entre el Gobierno y el ELN. Los seis meses de provisionalidad del alto el fuego podrían prolongarse. Además, Venezuela auspiciará una cuarta ronda de negociaciones de paz entre el 14 de agosto y el 4 de septiembre, según ha informado a Reuters el ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez.
Lo que se ha conseguido hoy ya es un logro para Colombia, y en concreto para la Administración Petro, inmersa en una crisis por la difusión de audios donde se cuestiona la legalidad de los fondos de su campaña electoral. El ELN es el grupo rebelde más antiguo de Colombia, y las conversaciones son la piedra angular de los esfuerzos del presidente —exmiembro de los insurgentes del M-19, ahora desmovilizados— para negociar la paz o acuerdos de rendición con los rebeldes y las bandas criminales restantes, así como para aplicar plenamente un acuerdo de 2016 con el grupo rebelde de las FARC. El conflicto colombiano, que dura ya casi seis décadas, ha causado la muerte de al menos 450.000 personas.
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha felicitado tanto al Gobierno de Colombia y como a la guerrilla del ELN, y ha prometido que la organización seguirá apoyando el proceso de paz. "Estos son pasos importantes que dan esperanza al pueblo colombiano, especialmente a las comunidades más afectadas por el conflicto", ha dicho el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, sobre los acuerdos anunciados en La Habana.
Guterres ha expresado su confianza en que "las partes trabajarán juntas y de buena fe con la determinación de cumplir con sus obligaciones acordadas bajo el alto el fuego" y ha celebrado la intención de ampliar el alcance de éste en el futuro, informa Efe. En ese sentido, ha destacado que la participación en la firma de Petro y García "confirma la voluntad política de las partes".
Además, el secretario general ha dicho que "toma nota de la solicitud del gobierno colombiano para que la Misión de Verificación supervise ese alto el fuego y reitera su compromiso de continuar acompañando el proceso de diálogo a través de su representante especial".
La ONU tiene desde hace años en Colombia una misión que se encarga entre otras cosas de verificar el cumplimiento de los acuerdos entre el Gobierno y las FARC y cuyo mandato y sus modificaciones están en manos del Consejo de Seguridad.
Por otra parte, Guterres agradeció a través de su portavoz a Cuba por acoger esta última ronda de negociaciones y dijo que es "reflejo inequívoco de su compromiso con la paz en Colombia".