Terrible suceso el que ha tenido lugar en Ohio (Estados Unidos). Un niño de dos años ha matado de forma accidental a su madre, de 31 años, con un arma de fuego. Se da la circunstancia de que la madre estaba embarazada de ocho meses.
Los hechos tuvieron lugar en la tarde del pasado 16 de junio. Ese día, la madre llamó a la policía de Norwalk, la localidad donde residía, pidiendo ayuda. Según explicó David Smith, miembro del comisionado de la policía, a los medios de comunicación locales, la madre dijo que había sido alcanzada por una bala que había sido disparada por su hijo menor de edad.
En concreto, y según declaraciones efectuadas para el medio local News 5 Cleveland, la madre “explicó que estaba de 33 semanas de embarazo y que su hijo de dos años le disparó de manera accidental en la espalda con un arma”.
Así fueron los hechos
Una vez recibida la llamada, los servicios de emergencia se dirigieron al domicilio donde tuvieron lugar los hechos. Cuando llegaron, la mujer todavía estaba con vida. Sin embargo, murió en el hospital. Los médicos intentaron salvar la vida del bebé de ocho meses, que finalmente acabó falleciendo también.
Antes de ser trasladada al hospital, y todavía consciente, la madre relató a la policía la secuencia de los acontecimientos. Así, y mientras ella lavaba la ropa, su hijo de dos años había entrado en el dormitorio principal del matrimonio.
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Normalmente, dicho dormitorio solía estar cerrado con llave, pero ese día no lo estaba. El niño descubrió el arma y se puso a jugar con ella. Junto al arma homicida, la policía encontró otras dos armas de fuego que también estaban cargadas. El marido confesó a la policía que dichas armas eran suyas.
Uno de los mensajes que apuntó el jefe de policía de Norwalk tras el triste suceso es que aquellas personas que tienen permisos de armas tienen que tomar las suficientes precauciones para evitar desgracias como esta. Por ejemplo, guardándolas en sitios como cajas fuertes o en lugares cerrados con candados. O, en todo caso, dejarlas descargadas.
Otros casos
Estados Unidos posee alrededor de 400 millones de armas de fuego. Por tanto, es el único país del mundo donde hay más armas que habitantes. Y siempre está presente el debate entre los que defienden el derecho a poseer armas y aquellos otros que sostienen que amenaza al derecho a la vida.
Otro dato a tener en cuenta es que sólo uno de cada tres estadounidenses reconoce tener armas en su casa. Por tanto, quienes las poseen, tienen de más de una en su casa, tal y como ha acaecido en el triste suceso de Norwalk. Según la Universidad Johns Hopkins, menos de la mitad de los hogares guardan las armas de forma segura en su casa.
No es la primera vez durante este año en el que un menor mata a otra persona en Estados Unidos. Así, y en el mes de marzo, una niña de tres años también mató de manera accidental a su hermana de cuatro años con un arma.
Sucedió en Bammel North Houston Road en Houston (Texas). En este suceso, en la vivienda había cinco adultos que no supervisaban a las pequeñas. La niña fue declarada muerta en el lugar de los hechos.
El alguacil del condado de Harris, Ed González, afirmó entonces que se trataba de “otra historia trágica” de un niño que tuvo acceso a un arma de fuego. “Esta vez hubo un disparo fatal”, añadió haciendo hincapié en que se trataba de otra muerte “evitable” con arma de fuego.