John Eastman, Jeffrey Clark, Sidney Powell y Rudy Giuliani en una combinación de fotografías tomadas en 2020 y 2021.

John Eastman, Jeffrey Clark, Sidney Powell y Rudy Giuliani en una combinación de fotografías tomadas en 2020 y 2021.

América

Los cómplices que ayudaron a Trump en sus esfuerzos por interferir en las elecciones de 2020

El expresidente de Estados Unidos ha sido acusado de cuatro cargos por su supuesto intento de manipulación de los resultados de las elecciones de 2020. 

4 agosto, 2023 03:17

El expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha vuelto a ser imputado bajo la acusación de intentar revertir el resultado de las elecciones a la Casa Blanca del año 2020. Los fiscales federales argumentan que el republicano reclutó a seis personas para "asistirle en sus esfuerzos criminales para anular los resultados legítimos de las elecciones presidenciales de 2020 y conservar el poder". 

Los conspiradores no han sido nombrados durante las declaraciones de la acusación, pero las descripciones detalladas proporcionadas por los fiscales otorgan pistas para identificarlos:

Rudy Giuliani

La acusación ha descrito al primer conspirador como un abogado "que estaba dispuesto a difundir afirmaciones falsas a sabiendas y perseguir estrategias" que la campaña para la reelección de Trump en 2020 no perseguiría. 

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Rudy Giuliani, exalcalde de Nueva York, trabajó como abogado personal de Donald Trump. El trabajo y esfuerzo impulsado por Giuliani y el equipo de Trump fueron, en parte, el motivo de la anulación de la victoria de Joe Biden en 2020. 

El republicano lideró las impugnaciones de algunos resultados electorales en estados clave para el Partido Republicano –Michigan y Georgia–. Además, promovió acusaciones carentes de fundamento sobre la existencia de fraude electoral en los pasados comicios estadounidenses.

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Por estos motivos, el estado de Nueva York suspendió a Giuliani de ejercer su profesión en dicho territorio. No obstante, el abogado neoyorquino continuó  reivindicando el fraude electoral incluso cuando muchos funcionarios estatales y federales, como William P. Barr -quien fuera el fiscal general bajo la Administración Trump- , cuestionaron las afirmaciones. 

La acusación ha manifestado que Trump recurrió a este conspirador para hacerse eco de las afirmaciones falsas de fraude electoral. Los asesores del magnate le advirtieron que habían perdido el recuento de votos y, que dichas afirmaciones, eran falsas, carentes de fundamento y buscaban "perjudicar, obstruir y anular" los resultados de las elecciones del 2020.

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El propio Giuliani reconoció en privado la falta de pruebas ante las afirmaciones que habían difundido. "No tenemos la evidencia, pero tenemos muchas teorías", fueron las palabras que supuestamente Giuliani expresó a un legislador de Arizona. 

El asesor político y portavoz de Giuliani, Ted Goodman, expresó en un comunicado que la acusación ha querido criminalizar el acto de "atreverse a hacer preguntas sobre los resultados de las elecciones de 2020".

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John Eastman 

El segundo 'co-conspirador' fue un abogado "que ideó e intentó implementar una estrategia para aprovechar el papel ceremonial del vicepresidente que supervisa el procedimiento de certificación para obstruir la certificación de la elección presidencial".

John Eastman, abogado conservador que trabajó como asistente del juez de la Corte Suprema Clarence Thomas, elaboró una estrategia legal que incorporaba la creación de listas electorales a favor de Trump en territorios donde ganó Joe Biden. Además, Eastman afirmó, sin pruebas, que la derrota de Trump en Georgia fue gracias al voto de 66.000 menores de edad y 2.500 delincuentes

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La acusación también ha detallado las llamadas telefónicas que el cómplice hizo a los funcionarios estatales y a la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, en las que los votos de los electores solo se utilizarían si el litigio en curso cambiara los resultados de un estado. 

El abogado de Eastman, Charles Burnham, ha manifestado mediante un comunicado que la acusación "se basa en una presentación engañosa del expediente para idear cargos criminales contra el candidato presidencial Trump y para lanzar difamaciones ominosas sobre sus asesores cercanos". 

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Sidney Powell 

El tercer 'co-conspirador' es descrito por la audiencia como un abogado cuyas acusaciones infundadas de fraude electoral Trump "abrazó y amplificó públicamente" a pesar de que reconoció en privado a otros que dichas acusaciones sonaban "locas". 

La exfiscal federal Sidney Powell se unió al equipo legal de Donald Trump en 2020, tras las elecciones. Powell afirmaba que las máquinas de votaciones habían sido hackeadas con el fin de amañar los resultados.

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Sin embargo, semanas después de las elecciones presidenciales, el equipo legal de Donald Trump anunció que Sidney Powell nunca había formado "parte de la representación jurídica del presidente". El comunicado de prensa emitido por el equipo legal de Trump, afirmaba que el distanciamiento con Powell se debía a que ella estaba involucrada en diferentes batallas legales sobre el fraude fiscal. 

Tras su alejamiento, Powell ha insistido en sus afirmaciones siendo incluso sancionada por la jueza federal del Distrito Este de Michigan, Linda Parker, por "prácticas de litigio" que eran "abusivas". 

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Powell declaró al comité de la Cámara de Representantes que el 6 de enero no leyó ni revisó las declaraciones que presentó como pruebas de la existencia de fraude electoral. Además, argumentó, a través de un abogado, que "ninguna persona razonable" tomaría sus declaraciones como un hecho. 

Jeffrey Clark

El cuarto 'co-conspirador' es descrito por parte de la acusación como un funcionario del Departamento de Justicia que se centró en asuntos civiles y trabajó con Trump "para abrir falsas investigaciones de delitos electorales e influir en las legislaturas estatales con acusaciones falsas de fraude electoral".

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Jeffrey Clark es ex fiscal general adjunto en funciones de la División Civil de los Estados Unidos. Clark simpatizaba con las opiniones de Trump sobre las elecciones, de tal manera que se ofreció voluntario reiteradamente en el Departamento de Justicia como defensor de las falsas afirmaciones de Trump sobre el fraude electoral masivo durante las elecciones, según han testificado antiguos altos funcionarios del Departamento de Justicia.

Clark propuso enviar cartas a funcionarios de estados claves para Trump, en las que se dijera que el Departamento de Justicia había "identificado preocupaciones significativas" sobre el recuento. Por ello, los estados deberían considerar enviar un listado de electores que distinguiese aquellos que votaron a favor de Trump y los que no. 

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Kenneth Chesebro

La quinta persona implicada sería un abogado que "ayudó a idear e intentar implementar un plan para representar listas fraudulentas de electores presidenciales para obstruir el proceso de certificación". 

Kenneth Chesebro fue el primero en proponer que las listas de delegados electorales a favor de Trump se podrían organizar en los estados que perdió y ser reconocidos por el Congreso el 6 de enero. 

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La acusación ha declarado que este conspirador había hablado con un abogado de Arizona, identificado por la campaña de Trump como la persona que podría ayudar a ejecutar este plan electoral en ese estado. 

"Su idea es básicamente que todos nosotros hagamos que nuestros electores envíen sus votos (a pesar de que los votos no son legales según la ley federal, porque no están firmados por el gobernador); para que los miembros del Congreso puedan discutir si deben ser contados el 6 de enero", escribió el abogado mediante un correo, según afirma la acusación. 

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Chesebro ha manifestado que, durante la campaña de Trump, sus conversaciones estaban protegidas bajo secreto profesional. 

Un asesor político 

El último cómplice, según la acusación, es un "asesor político que ayudó a implementar un plan para presentar listas fraudulentas de electores presidenciales para obstruir el proceso de certificación". 

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La acusación ha manifestado que esta persona envío a Giuliani un correo electrónico en el que se identifican a los abogados de los seis estados indecisos que hubiesen podido ayudar en el esfuerzo del fraude electoral.