"Yo decido, tú decides": la despenalización del aborto en México atrae a 'turistas de píldoras' de EEUU

El retroceso de los últimos años en derechos abortivos en EEUU ha consolidado a México como un destino para embarazadas que desean abortar o fuente de píldoras abortivas, especialmente desde la anulación de la sentencia de 1973 Roe v Wade en junio del año pasado. Es destacable la afluencia de mujeres del estado de Texas, donde la interrupción de la gestación sólo es legal si esta pone en peligro inmediato la vida de la madre. Pero durante este tiempo, el aborto ni siquiera era legal en todo el territorio mexicano: hasta este miércoles, cuando la Suprema Corte lo despenalizó en todo el país, 20 de los 32 estados del país azteca condenaban la interrupción del embarazo.

Las redes de asesoramiento a norteamericanas y el suministro de pastillas a EEUU desde México preceden al dictamen de esta semana. Antes de la despenalización, la práctica ya existía, pues incluso los estados mexicanos que condenaban el aborto ofrecían algo que las embarazadas no podían conseguir en Texas: el misoprostol, un fármaco que produce contracciones en el útero, está disponible sin receta en la mayoría de las farmacias del país. La razón es que, comúnmente, el medicamento se utiliza para tratar úlceras. Su efectividad para abortar en etapas tempranas del embarazo es del 85%.

Una paciente se prepara para tomar mifepristona, el primer medicamento de un aborto médico. Reuters

Pero, además de la facilidad para encontrar fármacos abortivos, hay otras razones que atraen desde hace años a las gestantes estadounidenses a México. Las feministas aztecas han sido grandes aliadas de aquellas mujeres de EEUU que, recientemente, han sido denegadas su derecho al aborto. Cuando la Corte Suprema de Washington permitió en junio de 2022 que los estados prohíban el aborto y criminalicen a las mujeres ―y a los médicos― que interrumpen el embarazo, ya existía una Red Transfronteriza para facilitar el suministro mutuo de herramientas.

Esta alianza nació en enero de ese año, cuando 30 organizaciones de ambos países se congregaron durante tres días cerca de la frontera para definir una estrategia de ayuda para las mujeres abortantes de EEUU, que ya se veían amenazadas en varios estados. A través de la Red se comprometió en nació la Red Transfronteriza, para ayudar a embarazadas, distintas agrupaciones mexicanas se comprometieron a asistir tanto a quienes viajaban al país como a las que preferían que les enviaran ―altruistamente― las medicinas.

Una protesta durante el Día Internacional del Aborto Seguro, el 28 de septiembre de 2022. Reuters

Una de las organizaciones, Las Libres, declara haber ayudado a 200 mujeres presencialmente, y enviado por correo un millar de paquetes de píldoras a EEUU. Las principales beneficiarias de esta red son las mujeres texanas, residentes en uno de los estados más estrictos, y que a la vez hace frontera. Aunque las organizaciones colaboradoras de EEUU se mantienen anónimas, los lazos son estrechos y la ayuda mexicana muy útil: el objetivo del proyecto fue no sólo guiar a las estadounidenses en la autogestión de sus propios abortos con píldoras, sino también enseñarles a apoyar abortos al margen de la ley.

Ahora, EEUU es fronteriza con cinco estados mexicanos a los que la nueva legislación promete traer a más 'turistas abortivas' o solicitantes de asesoramiento  norteamericanas a los centros clínicos y asociaciones feministas de México. Conforme se endurece el derecho al aborto en Washington y se avanza en la materia en el país azteca, otros países de las Américas tienen en sus vecinos del norte dos ejemplos contrarios.

Activistas por el derecho al aborto en Monterrey, México. Daniel Becerril Reuters

La despenalización del aborto en México confirma lo que ya es una tendencia en Latinoamérica: además de este país, otros Estados como Colombia, Argentina, Uruguay y Guyana han tomado medidas para legalizar o despenalizar el aborto en los últimos años.