La noche del 24 de noviembre de 2022, Jair Bolsonaro reunió en el palacio de la Alvorada de Brasilia a los líderes de las Fuerzas Armadas de Brasil. En ese momento, él era presidente en funciones, y los tres convocados eran los responsables de su Ejército, su Marina y su Fuerza Aérea. Hacía un mes que se conocía la victoria de Luiz Inácio Lula da Silva para relevar a Bolsonaro en el cargo, y el mandatario saliente ya había anunciado que no reconocía los resultados de la segunda vuelta de las elecciones del 30 de octubre.
Bolsonaro fue claro en su petición: quería que las Fuerzas Armadas secundaran un golpe de Estado liderado por él contra la investidura de Lula el 1 de enero de 2023. El comandante de la Marina, el almirante Garnier Santos, puso sus tropas a disposición de la causa. El brigadier de la Fuerza Aérea, Carlos Batista, se mantuvo al margen de la cuestión. El único que impidió aquel complot contra la democracia brasileña fue el comandante del Ejército, Marco Antônio Freire Gomes. En esa misma cita, advirtió al mandatario: "Si sigues con esto, me veré obligado a arrestarte".
Aquellas negociaciones clandestinas han dejado de ser secretas esta semana, después de que Mauro Cid, ex teniente coronel y exayudante de Bolsonaro, confesara ante la Justicia. Cid, arrestado en mayo por la Policía, fue liberado este mes tras firmar un acuerdo de colaboración con las autoridades brasileñas. Durante los próximos meses, el exmilitar compartirá más información sobre las tres tramas del expresidente que le salpican: la manipulación de cartillas de vacunación durante la pandemia, el expolio de joyas regaladas al Estado por el Gobierno de Arabia Saudí, y esta.
Ahora, conocedor ya todo Brasil de la cita entre Bolsonaro y las Fuerzas Armadas, el foco está puesto sobre la negativa del excomandante del Ejército a apoyar un golpe militar. El actual ministro de Defensa, José Múcio, apunta al buenhacer de Freire Gomes como un acto de profesionalidad. Pero otras fuentes añaden que el líder militar sabía que los comandantes regionales del Sur, el Sudeste, el Este y el Nordeste no tolerarían la participación del Ejército en un asalto al poder.
Además, según el diario económico Valor, "Freire Gomes habría sido consciente de que un golpe de Estado llevado a cabo por Bolsonaro no contaría con el apoyo de los Estados Unidos", ni de la sociedad ni del Ejército de Joe Biden. Según afirma la publicación, "seis delegaciones estadounidenses ya habrían venido a Brasil en 2022 para dar este mensaje a Bolsonaro y a las Fuerzas Armadas".
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Si el no de Freire Gomes fue tajante, la afirmativa de Garnier Santos al plan de complot del presidente en funciones fue ferviente. Tanto, que el comandante de la Marina se negó a asistir a la ceremonia de entrega de posesión a su sucesor, el almirante Marcos Olsen. Esa fidelidad de acero podría ser un favor devuelto al expresidente, que lo elevó al mando de la Marina sin la experiencia previa requerida, y aseguró puestos públicos para su esposa y su hijo.
Si la Justicia brasileña confirma los testimonios de Mauro Cid como pruebas válidas, Garnier Santos se enfrentaría a dos delitos: abolición del Estado de Derecho por medios violentos e intento de golpe de Estado. La Justicia militar también lo condenaría: le retirarían la patente de almirante, y lo destituirían de las filas. Sin embargo, mantendría su salario de reservista a través de la cuenta bancaria de su esposa.
El encuentro revelado esta semana por Mauro Cid ya había sido revelado por un socio comercial del hijo de Bolsonaro, Eduardo. En un hilo de Twitter de diciembre del año pasado, Paulo Generoso afirmaba: "En una reunión esta semana con el alto mando de las Fuerzas Armadas, Bolsonaro ha pedido apoyo para bloquear el avance del poder judicial sobre los demás poderes la toma de posesión de Lula".
Generoso también conocía las presiones a las que "la horda de Bolsonaro" sometía al general Freire Gomes para que apoyara el intento de golpe: "Freire Gomes se opuso y dijo que no valía la pena tener 20 años de problemas por 20 días de gloria, y que no apoyaría ni atendería el llamado del presidente a moderar la situación", escribió en la plataforma el pasado 20 de diciembre.