Estados Unidos vuelve a asomarse a la posibilidad de que se produzca un cierre parcial del Gobierno federal, una suerte de tradición de las administraciones divididas entre republicanos y demócratas pero que, en este caso, llegaría en un momento delicado para la primera economía del mundo.
Todavía quedan unas pocas horas para que expiren los fondos federales asignasdos para el año fiscal 2023, pero parece improbable que las dos cámaras del Congreso se pongan de acuerdo para aprobar siquiera un plan de financiación a corto plazo que permita que las agencias federales sigan funcionando mientras se perfilan los presupuestos de 2024.
El mayor obstáculo es un grupo reducido pero influyente de representantes republicanos aliados con el expresidente Donald Trump (2017-2021), que están descontentos con las cesiones del presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy, a la Casa Blanca para aprobar en mayo pasado un plan que evitó que el país entrara en suspensión de pagos por primera vez en su historia. Pero si bien en aquel caso las consecuencias de un impago de la deuda pública hubieran sido devastadoras para la economía estadounidense, la mayoría de analistas coinciden en que un cierre del Gobierno, al menos de forma inmediata, no tendría un gran impacto.
¿Qué es un cierre del Gobierno Federal o 'shutdown'?
El cierre del Gobierno Federal en Estados Unidos se produce cuando el Congreso no llega a un acuerdo sobre los presupuestos anuales antes de terminar el año fiscal (el 1 de octubre). Los presupuestos deben ser aprobados por el Congreso, para luego ser firmados por el Presidente, en este caso Joe Biden.
Esta metodología entró en vigor en 1974 para reforzar el control del Congreso sobre los presupuestos, limitando así el poder del presidente.
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¿Qué sucede si se produce el 'shutdown'?
Una vez se cierra el Gobierno, la prestación de servicios estatales no esenciales se detiene hasta que el Congreso apruebe la financiación y la promulgue como ley. Esto incluye la recogida de basuras, los parques nacionales, el Servicio de Impuestos Internos o los tribunales de inmigración. Quedan exentos -entre otros- los servicios médicos y de emergencias, el Departamento de Seguridad Nacional y las Fuerzas Armadas.
Este parón no afecta a los departamentos protegidos (como por ejemplo el Servicio Postal, que es independiente). Sin embargo, habrá agencias y departamentos federales que no podrán continuar con sus prestaciones al no contar con fondos.
Los empleados de servicios no esenciales serán suspendidos de su empleo (y sueldo) hasta que se restablezcan los fondos de su agencia, mientras que los pertenecientes a servicios esenciales continuarán trabajando pero recibirán su sueldo -en relación a los días trabajados- cuando se restablezcan los fondos de su agencia. "Los empleados designados y prenotificados estarían temporalmente en desempleo técnico, lo cual significa que no estarían autorizados a trabajar o a utilizar los recursos de la secretaría", informó el Departamento de Salud en un correo enviado el jueves a sus trabajadores.
Esta medida no afecta ni al presidente ni a los congresistas, quienes tienen sus ingresos protegidos por ley.
¿Cuánto dura un cierre?
La duración de un 'shutdown' varía. El tiempo establecido para el parón depende del que necesite el Congreso para llegar a un acuerdo sobre la financiación. Esto se traduce en grandes impactos económicos y, por tanto, sociales, con consecuencias directas en la población general.
¿Cuándo fue la última vez que sucedió?
The New York Times recuerda que desde el año 1976 se han producido un total de 21 'shutdown'. El más largo tuvo lugar en diciembre de 2018 a enero de 2019, durante el mandato de Donald Trump, que duró 35 días. En aquel momento 800.000 funcionarios se quedaron sin sueldo, de un total de dos millones.