El republicano Kevin McCarthy es, ante todo, un hombre optimista. Cuando a inicios de año un pequeño grupo de legisladores del ala dura de su propio partido bloquearon hasta en 15 ocasiones su nombramiento como líder republicano de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, él se mostró confiado. No iba mal encaminado: consiguió el puesto y colmó su gran ambición. Este martes, sin embargo, su positividad no le ha servido de nada. Tras no conseguir los votos suficientes para superar la moción presentada por su compañero de filas, Matt Gaetz, McCarthy ha sido destituido de su cargo. Así, se ha convertido en el primer presidente de la Cámara Baja de la historia del país en ser expulsado por los legisladores.
El Partido Republicano lleva inmerso en una suerte de guerra civil desde hace meses, entre otras cosas por la oposición de la extrema derecha a seguir enviando ayuda a Ucrania. La tensión tocó techo el pasado domingo, cuando en un acto de desesperación, McCarthy se vio obligado a contar con el apoyo del Partido Demócrata para aprobar una prórroga presupuestaria de 45 días que evitase el cierre del Gobierno. Es precisamente su apuesta por contar con los congresistas rivales lo que desembocó en la moción de cesura que ha terminado por derribarle.
En un principio, el lunes (cuando se presentó la moción) se abría un plazo de dos días para incluir la votación en la agenda. No obstante, McCarthy decidió no alargar la agonía y convocar la consulta lo antes posible. "Tengo confianza", dijo a los medios de comunicación estadounidenses. En la red social X (antiguo Twitter), el republicano decidió mostrar su lado más desafiante con un mensaje claro y conciso: "Adelante", publicó.
No obstante, los demócratas, que tenían en su mano rescatarle, ya habían avanzado que no iban a salvar a McCarthy. En una carta, la líder de la minoría demócrata de la Cámara, Hakeem Jeffries, recomendó a sus compañeros que votaran a favor de destituir al líder republicano por "su falta de voluntad para romper con el extremismo MAGA [Make America Great Again]", en relación a los partidarios del expresidente Donald Trump. Cabe recordar que a mediados de septiembre McCarthy cedió a las presiones de los ultras y dio luz verde a iniciar una investigación de impeachment contra el presidente Joe Biden.
Una vez el cargo queda vacante y puesto que el Congreso no puede funcionar sin presidente, la legislación obliga a McCarthy a elaborar una lista de posibles sustitutos. Por el momento, el representante de Carolina del Norte, Patrick McHenry, ejercerá como presidente interino hasta la elección de un nuevo portavoz de la Cámara.
Hoy por hoy, no hay un claro favorito para ocupar el puesto de forma permanente y a pesar de que este proceso está reglado, el Congreso entra en territorio totalmente inexplorado, ya que es la primera vez que una moción de este tipo tiene éxito.
McCarthy no se volverá a presentar
Por su parte, el ahora expresidente de la Cámara Baja ya ha anunciado que no piensa volver a presentarse como candidato, aunque continuará trabajando en las filas republicanas para asegurarse "de que obtengamos y mantengamos la mayoría también en el próximo ciclo". Además, no se ha comprometido a respaldar a quien le suceda como portavoz.
"Espero que sepáis que cada día trabajé, independientemente de si me subestimasteis o no. Quería hacerlo con una sonrisa", ha afirmado McCarthy en una rueda de prensa en el Capitolio, en la que ha destacado que liderar la Cámara de Representantes "ha sido uno de los mayores honores" de su vida y que ha "disfrutado cada minuto".
"No me arrepiento de haber defendido la elección de la gobernanza en lugar de las quejas. Es mi responsabilidad. Es mi trabajo", ha añadido.
Pese a mantener la sonrisa durante la comparecencia, McCarthy no ha escondido su rechazo a los ocho compañeros de partido que han votado a favor de la moción en su contra. Concretamente, ha acusado a Gaetz de no ser un verdadero conservador por haber votado repetidamente junto a los demócratas en contra de proyectos de gasto republicanos. "Trataba de llamar la atención", ha insinuado.
La Cámara Baja se sume ahora en la tarea de buscar otro presidente, una labor que no se augura sencilla. Por un lado, los demócratas no tienen votos suficientes para retomar el control. Mientras, los republicanos tendrán que ponerse de acuerdo para encontrar un líder que agrade a todas las secciones del partido.