Javier Milei, candidato del partido La Libertad Avanza, ha logrado el segundo porcentaje más alto de votos durante las primera vuelta de las elecciones argentinas con el 29,98%. Esta cifra obliga al representante de la ultraderecha a acudir a una segunda vuelta en la que se batirá con Sergio Massa, candidato peronista y actual ministro de Economía.
Milei, un candidato que saltó a la fama gracias a sus sonadas aparaciones en las tertulias televisivas, era el gran favorito para hacerse con la victoria en estas elecciones. En 2019, durante una tertulia televisiva en la que se discutía sobre la pobreza en Argentina, el candidato increpó a la periodista con la que compartía mesa, llegando a asegurar que "quería humillarla". Lo hizo entre gritos, levantándose violentamente y tratando, sin éxito, de arrebatarle la tablet a su compañera.
No era la primera vez que este economista, cuyos ojos claros y melena despeinada son desde hace años habituales de los platós de televisión argentinos, protagonizaba una escena del estilo. "Pedazo de mierda", "inútil", "hijo de puta" o "torre de estiércol" son algunos de los calificativos con los que con frecuencia se refiere a políticos y académicos. Un compendio de insultos resumidos en un solo grito de guerra: "¡Acabar con la casta política!".
La agresividad, exteriorizada en una mueca colérica, un exaltado tono de voz y un gesto enérgico, ha definido su carrera desde que decidió dar el salto a la política en 2021, cuando logró hacerse hueco en la Cámara de los Diputados. Es también la que le ha catapultado a las puertas de la presidencia de Argentina, dado que parte como favorito en las elecciones que este domingo se celebran en Argentina.
En un giro no previsto por las encuestas, La Libertad Avanza Milei ha conseguido adelantar a las dos fuerzas que han gobernado en el país durante las dos últimas décadas: el macrismo, encarnado ahora en Juntos por el Cambio y que ha logrado el 28% de los votos, y la coalición oficialista kirchnerista, Unión por la Patria, con un 27% de las papeletas.
El político de extrema derecha se autoproclama "anarcocapitalista". Su hoja de presentación -"No vine a la política a guiar corderos, sino a despertar leones”- bien podría haber sido "Make Argentina Great Again". Porque Milei no sólo es un fiel admirador de Donald Trump (y de Jair Bolsonaro), sino que su ambición es devolver a su país a un período de grandeza no especificado. "Que vuelva a ser una potencia mundial", reclama.
Para conseguir su objetivo, el economista ultraliberal no ha dudado en lanzar propuestas tan nuevas como radicales, como es la dolarización de la economía, la abolición del Banco Central o la legalización de armas. Paulina Astroza, directora del Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción (Chile), explicaba a EL ESPAÑOL hace unos meses que la agenda de Milei trata de "dar una respuesta a la situación económica crítica" que Argentina vive desde hace años.
"Milei ha sabido captar el voto protesta, esa rabia y descontento de la población hacia los partidos que han estado en el poder -tanto el macrismo como el kirchnerismo- y que no les han dado soluciones a sus necesidades", sostiene Astroza. Se refiere, entre otras cosas, a la inflación, que se ha duplicado en apenas cuatro años hasta superar recientemente el 130% y que hoy por hoy asfixia a la sociedad argentina.
Disruptivo e irreverente
"A eso hay que sumarle la necesidad de la población de tener una mayor seguridad sobre su futuro y el cansancio por una clase política corrupta que ha vivido de los privilegios y del clientelismo", detalla la experta, que sugiere que son las nuevas generaciones, "aquellas que piensan en una base distinta al eje izquierda-derecha tradicional", las que se sienten atraídas por este político "disruptivo e irreverente".
La campaña electoral de Milei no ha estado exenta de polémica. Hace unos meses, propuso crear un mercado para promover la compraventa de órganos humanos, algo que está prohibido por Ley en Argentina. Y a pesar de que después de sus declaraciones, desapareció durante unos días de la escena pública y acabó renunciando a la iniciativa, el político no ha dejado de agitar el debate público una y otra vez. La semana pasada, durante su acto de cierre de campaña, finalizó su intervención asegurando que a Argentina había que ponerle "huevos liberales".
Su postura, asegura, es inamovible: defiende la no intervención del Estado en la economía... ni en ningún otro ámbito. Durante una entrevista en la cadena Todo Noticias (TN) le preguntaron a Milei por qué había votado en contra de una ley que detecta cardiopatías congénitas en los bebés antes de nacer y el político respondió que eso "implicaba más presencia del Estado en la vida de los individuos, además de más gasto".
Durante una de sus intervenciones públicas, Milei confesó abiertamente "haber participado en varios tríos sexuales" y ser "profesor de sexo tántrico".
Más allá de sus revelaciones, en realidad, poco se sabe de su historia personal. Y eso que existe una biografía no autorizada -El loco- escrita por el periodista Juan Luis González. En ella se describe una infancia marcada por el maltrato de su padre, el acoso en el colegio, y unos coqueteos con el espiritismo que habrían llevado a Milei a confesarle a su círculo íntimo que él y su querido perro, Conan, se habían conocido en una vida pasada.