El congresista Tom Emmer, el "número 3" de los republicanos en la Cámara de Representantes de Estados Unidos, renunció este martes a presidir la institución pocas horas después de haber sido nominado y tras recibir la oposición del expresidente estadounidense Donald Trump.
El representante de Minnesota comunicó en una reunión a puerta cerrada a sus compañeros de bancada que finalmente no optará a liderar la Cámara Baja porque no tiene posibilidades de superar la votación prevista en el pleno, informaron medios locales.
Emmer, de 62 años, se impuso a otros ocho republicanos que en un primer momento se postularon para ser presidente, puesto que lleva vacante desde que el también conservador Kevin McCarthy fue destituido el 3 de octubre tras una moción en su contra presentada por el radical Matt Gaetz, compañero de filas.
De los nueve candidatos que en un primer momento inscribieron su candidatura, Emmer, miembro del Comité de Disciplina del Partido Republicano, era el de mayor rango y al presentarse prometió ser siempre "honesto y directo" y no lanzar propuestas que no iba a poder cumplir.
En la última ronda de la votación interna, se impuso este martes a Mike Johnson por 117 votos a su favor y 97 en contra. Emmer había respaldado a los otros dos aspirantes que habían sido oficialmente candidatos con anterioridad: el "número dos", Steve Scalise, y el presidente del Comité Judicial en esa Cámara, Jim Jordan.
Al igual que ha hecho ahora Emmer, Scalise se retiró antes de llevar su candidatura al pleno del hemiciclo, al constatar que no iba a tener los votos necesarios. Jordan, que le sucedió en esa carrera, se sometió a tres sufragios la semana pasada y en los tres le dieron la espalda una veintena de compañeros de bancada, opuestos a alzar a un representante del ala más liberal de la formación, aliado del expresidente Donald Trump (2017-2021).
De los nueve aspirantes que intentaron hacerse después con la nominación, Emmer y Austin Scott fueron los únicos dos que votaron a favor de certificar los resultados de las presidenciales de 2020, en las que el demócrata Joe Biden se impuso a Trump, que entonces era el inquilino de la Casa Blanca.
Emmer es además el único a favor del matrimonio homosexual y uno de los cuatro -junto a Scott, Pete Sessions y Jack Bergman -a favor de seguir suministrando ayuda a Ucrania, en un momento en que en ese partido persisten las voces de que no debe ser un "cheque en blanco".
La presidencia interina de la Cámara Baja la ocupa de momento Patrick McHenry, designado por McCarthy, pero hasta que no se elija a un nuevo presidente no se pueden aprobar nuevas resoluciones o proyectos de ley en un momento en que está en el aire la aprobación de nueva ayuda a Ucrania o Israel.
Los demócratas critican que los conservadores han convertido el Legislativo en un circo. "En lugar de hacer piruetas y malabares con tal de encontrar al líder más extremo posible, deberían de actuar juntos y unirse al presidente Biden y a los demócratas, que siguen centrados en ayudar a las familias trabajadoras aquí y en defender a nuestros aliados en el extranjero", indicó esta semana su Comité Nacional.
Ese partido presenta como aspirante a su líder en la Cámara Baja, Hakeem Jeffries, que en los votos anteriores ha logrado el apoyo de toda su bancada. Los republicanos tienen desde enero 221 escaños y los progresistas 212. El candidato necesita 217 votos para hacerse con el puesto de presidente de la Cámara, pero el boicot interno ha impedido que desde principios de mes esa votación salga adelante.