A tres días de las elecciones en Argentina, el candidato ultraliberal Javier Milei se ha declarado víctima de una "campaña del miedo" por parte de su contrincante, el peronista Sergio Massa. En realidad, la recta final ha trasladado la carrera electoral a cualquier esquina del país. Tanto órganos del Estado como ciudadanos han llenado de mensajes contra Milei lugares del espacio público que se consideraban asépticos de la tensión política. Hospitales, universidades, escuelas, estaciones de tren... hasta las máquinas de pago de los autobuses.
El Ministerio de Transporte ha liderado gran parte de esta estrategia. En las últimas semanas, ha difundido un formulario en el que se sugiere a los usuarios que apoyan a Milei a renunciar a los subsidios a los viajes en autobús y tren ―bastante apreciables en Argentina―. En las pantallas de las estaciones, se han expuesto las diferencias de precio entre las tarifas actuales y cómo serían sin subvención del Estado. El Gobierno ha considerado estas acciones como "acciones gremiales", y no orquestada desde el Estado.
Pero esta campaña se ha extendido a otras instituciones, desde el Banco Central hasta la Anses ―seguridad social―, donde se pueden encontrar carteles y mensajes con consignas en contra de la propuesta de Milei. El Ministerio de Educación también se sumó a la estrategia, y ha emitido declaraciones con tono de advertencia sobre las posibles consecuencias de un gobierno encabezado por Milei. El ministro Jaime Perczyk alertó sobre el riesgo de aranceles elevados en la educación, algo que ha incrementado la preocupación entre los argentinos de que el candidato llegue a gestionar esa cartera.
En el ámbito universitario, los pasillos y aulas de las facultades han sido empapelados con mensajes en defensa de la educación pública y en rechazo a las propuestas del candidato libertario. En la Ciudad Universitaria de Buenos Aires se ha desplegado una campaña con carteles que critican diversas posturas de Milei, acompañados de códigos QR para escuchar sus declaraciones. La campaña anti-Milei se ha expandido también en el interior del país, donde tanto las provincias gobernadas por el kirchnerismo como la sociedad civil han llevado a cabo acciones similares.
Milei ha respondido a lo que se ha bautizado como la "campaña del miedo" en su último spot de campaña. En el vídeo publicado este jueves, el candidato se desdice de varios de sus posicionamientos previos y asegura que no va privatizar la sanidad, la educación ni el fútbol. En el discurso, titulado con el lema 'La esperanza vence al miedo', el ultraliberal niega también que vaya a reformar el Incucai ―el instituto público de donación y trasplante de órganos―, y que, en caso de ser presidente, no va a permitir "la portación irrestricta de armas".
El candidato predica: "Lo que sí vamos a hacer es terminar con la inflación para siempre. Lo que sí vamos a hacer es terminar con la inseguridad para siempre. Lo que sí vamos a hacer es terminar con los privilegios de los políticos para siempre. Ese es nuestro compromiso con la democracia y con todos los argentinos de bien".
El partido de Milei, La Libertad Avanza, denunció el jueves a la Gendarmería por un "fraude colosal": cambiar "el contenido de las urnas y la documentación" en los colegios electorales para favorecer a Sergio Massa. La iniciativa está liderada por Karina Milei, hermana del candidato, que ha elevado el asunto a la Justicia argentina a tres días de que se celebren los comicios.
La agrupación acusa a la Policía de sustituir las papeletas de Milei por "otras que modifican en favor del partido gobernante y de Massa, lo que altera considerablemente el resultado electoral", denuncia el escrito presentando ante el juzgado por la hermana del candidato. Los autores de la acusación aseguran que la información se la proporcionaron fuentes administrativas que, "por razones de seguridad, prefieren mantenerse en el anonimato".
La demanda inculpa a la policía de al menos diez territorios ―la Ciudad de Buenos Aires, Provincia de Buenos Aires, Misiones, Chaco, Tucumán, Santiago del Estero, La Rioja, Jujuy, Santa Cruz, Formosa "y seguramente en otras provincias"― de colaborar con los gobernadores regionales ―todos de la coalición de Massa, Unión por la Patria― . Además, los agentes habrían recibido a cambio "alguna contraprestación por parte de los instigadores del delito a quienes realicen estas prácticas".
Ante "el control estricto por parte de las Juntas Electorales del traslado de las urnas", La Libertad Avanza pide a la Justicia argentina que la Fuerza Aérea y la Armada se involucren "en el dispositivo de custodia y seguridad para garantizar el normal desarrollo de las elecciones".
Desde el comienzo de su campaña, Milei ha usado esta desconfianza en el sistema electoral argentino para a llamar a la fiscalización de sus simpatizantes: que se inscriban como apoderados de La Libertad Avanza para custodiar las urnas el día de las elecciones. Tal es el hincapié en vigilar al personal de mesa, que los líderes conservadores Mauricio Macri y Patricia Bullrich ―candidata de la coalición Juntos por el Cambio, que no pasó de la primera vuelta― se han ofrecido a colaborar con Milei y organizar juntos el dispositivo.