Si algo se desprende de la fotografía que ha trascendido del encuentro de este martes entre Javier Milei y Alberto Fernández es, sobre todo, seriedad. También tensión. Esta mañana, sobre las 7:30 hora local, Milei -que el domingo se coronó como el nuevo presidente electo de Argentina- se ha dirigido a la residencia presidencial de Quinta de Olivos para reunirse con el actual mandatario peronista Alberto Fernández y comenzar así con el traspaso de poderes. Se espera que el ultraderechista, líder de La Libertad Avanza, asuma el cargo el próximo 10 de diciembre.
En un principio, ninguno de los dos ofreció ninguna declaración oficial tras el encuentro, que duró poco más de una hora. Sin embargo, más tarde se hizo pública una fotografía de ambos en la que aparecen sentados, a una distancia considerable, en el jardín. Luego, sobre las 9 horas de la mañana, la portavoz de la Presidencia, Gabrieal Cerruti, publicó en su cuenta de X un comunicado en el que aseguraba que ya se había "dado inicio al proceso de transición institucional".
La reunión se produce en un contexto de gran tensión y ante una gran expectación por ver por qué derroteros trascurrirá la transición. Entre otras cosas porque en su campaña electoral, Milei propuso eliminar algunos ministerios para reducir el número total de carteras. Actualmente, el Poder Ejecutivo cuneta con 18 ministerios, de los cuales Milei sólo quiere conservar ocho. Entre los que suprimiría están el Ministerio de Desarrollo Social, Salud y Educación.
El ultraderechista, que se define como "liberal libertario", venció la segunda vuelta electoral al imponerse por casi 11 puntos a su rival peronista y actual ministro de Economía, Sergio Massa. Menos de 12 horas después de conocerse los resultados, Milei anunció algunas de las primeras medidas que llevará a cabo durante su mandato. Entre ellas se encuentra la privatización de los medios de comunicación públicos (la Televisión Pública, Radio Nacional y la agencia nacional de noticias Télam). También buscará el traspaso al sector privado de la petrolera YPF, la empresa energética estatal.
Para los próximos cuatro años, Milei se enfrenta al reto de controlar la inflación, que roza casi el 150% interanual, reconstruir las reservas de divisas y reducir la pobreza, que supera el 40%. Para ello, el ultraliberal ya ha propuesto alternativas tan drásticas como la de eliminar el Banco Central o dolarizar la economía.
Aprobar esas medidas, sin embargo, no le será fácil: el 10 de diciembre empezará a gobernar en solitario y con una mínima representación parlamentaria. En concreto, con sólo siete senadores de los 72 que conforman el hemiciclo y 38 asientos de los 257 de la Cámara de los Diputados.